El colirrojo tizón Phoenicurus ochruros, es un pájaro que se empieza a ver en nuestro casco urbano en estos días, ya de finales de octubre.
Tiene un comportamiento migrador complejo. Las poblaciones ibéricas realizan movimientos cortos hacia el sur, y bajan de altitud, mientras otras no se desplazan. Sin embargo las del centro y norte de Europa, sí que migran a países del entorno mediterráneo, incluyendo el N de África. En este cóctel migratorio, nuestro entorno recibe a numerosos ejemplares, que ocupan gran variedad de entornos, aunque prefieren zonas soleadas y con poca vegetación, y la ciudad es uno de ellos.
Macho |
No es del todo descartable que alguna pareja críe en nuestra Sierra Blanca, pero si así fuera, sería prácticamente testimonial. En nuestra provincia cría en zonas de montaña, mientras que en el norte ocupa muchos más ambientes.
Hasta bien entrado el mes de marzo lo tendremos en nuestros barrios, no siendo difícil observarlos, pues suelen posarse en lugares despejados (en las antenas por ejemplo) y moviéndose por parques, zonas ajardinadas e incluso los propios edificios, en busca de insectos y pequeños frutos.
Presenta un marcado dimorfismo sexual, y el macho es bastante más colorido y contrastado que la hembra, pero ambos sexos tienen la cola de un color anaranjado, rasgo distintivo y que da nombre a la especie.
Aparentemente no presenta problemas de conservación en España y más bien están en ligero aumento.
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