Macaón.

 

La mariposa Macaón Papilio machaon, es una de las más grandes, vistosas y fáciles de reconocer de las que vuelan en nuestro término. Lo hacen prácticamente durante todo el año, aunque son más frecuentes en primavera y verano. De todas formas, y como ocurre con el resto de insectos, cada vez hay menos.

Se distribuye por gran parte de Eurasia, Norteámerica y el N de África, y en España está muy extendida. Las orugas se alimentan de una buena variedad de plantas. En nuestro entorno una de sus plantas nutricias es el popular hinojo, planta frecuente en entornos incluso degradados.

Son de las de mayor tamaño de las que vuelan por Marbella, entre 6 y 8,5 cm de envergadura alar, siendo las hembras algo mayores.

A pesar de ser relativamente frecuente resulta gratificante encontrarse con esta belleza alada en nuestros montes, e incluso en entornos urbanos no muy humanizados, donde buscan plantas en las que libar el néctar.

Inexpertas.

 

Ya comenté en una entrada anterior que las jovenes gaviotas patiamarillas Larus michaellis andan saliendo en estas fechas del nido. Y sus primeros vuelos no suelen ser un portento de dominio del medio aéreo, más bien al contrario.

Ayer mismo esta joven intentó volar al ver una persona acercarse y chocó con unos cables, con la consiguiente caída al suelo.

Afortunadamente poco después emprendió un vuelo, que aunque titubeante le llevó a lo alto de un edificio, donde se puso a salvo.

El medio urbano resulta hostil para las aves y algunas de ellas no llegan a superarlo.

Zarcero poliglota reproductor.

 

Suele pasar desapercibido a menudo, este pájaro de coloración amarillenta y verdosa, pero muy dado a medrar en matorrales intrincados. El zarcero poliglota Hippolais polyglotta, es un típico habitante de los matorrales mediterráneos, pero siempre en las zonas más frescas. Las zonas de ribera, son un buen ejemplo de su hábitat preferido, pero puede moverse en otros ambientes, siempre enmarañados y relativamente húmedos.

Es un migrante transahariano que pasa el invierno en el África tropical occidental, y que llega al sur de Europa ya a finales de marzo. En el viejo continente es exclusivo de entornos mediterráneos, y solo se encuentra en Francia, Italia y España, y también el noroeste de África.

En España está muy extendido y su tendencia, según los datos del programa SACRE es ligeramente positiva.

En nuestro municipio es un pájaro no muy común, pero que se encuentra en aquellos lugares adecuados. Sin ser muy numeroso está bien representado y cría con regularidad.

Tiene un canto muy llamativo y que delata su presencia en zonas con abundante cobertura de matorral. El “apelativo” de poliglota viene dado por su capacidad de imitar el canto de otras aves, y hacer que éste sea un tanto atropellado, con sonidos estridentes y melódicos entrelazados.

Hoy mismo he visto a un bonito ejemplar de esta especie en nuestra localidad, ya un tanto inquieto por la más que probable presencia de jóvenes en las cercanías. Como comenté antes, no es muy abundante, pero prestando un poco de atención lo encontraremos en los lugares adecuados.

Taladro del geranio.

 

Son numerosas las especies alóctonas establecidas ya plenamente en nuestro territorio. A las de aves es a las que suelo prestar más atención, pero no son las únicas.

Hay una gran cantidad de plantas y de animales que han llegado y siguen haciéndolo, por diversos medios, generalmente introducidos deliberadamente por el ser humano y en otras ocasiones aprovechando las circunstancias actuales de movimiento de mercancías y personas por todo el mundo. Una de ellas es esta pequeña mariposa, de la familia de los licénidos, que apenas supera los 2,5 cm y que es originaria de Sudáfrica. Se trata del taladro del geranio Cacyreus marshalli, una plaga para los geranios principalmente de los géneros pelargonium y geranium, a los que pueden llegar a destruir, al carecer en nuestro entorno de depredadores naturales.

Fue detectada por primera vez a finales de los 80 del siglo pasado en Baleares, y a los pocos años ya llegó a la península. Actualmente se ha expandido por gran parte de los países del entorno mediterráneo e incluso está expandiéndose hacia otros países más norteños de forma más puntual.

Encuentran en nuestro entorno la temperatura ideal para estar prácticamente todo el año activas, con varias generaciones anuales.

En Marbella yo la he detectado hace unos 10 años, pero seguramente ya estaba aquí antes. El pequeño tamaño y su parecido con algunos licénidos autóctonos, hace que a menudo no se le preste mucha atención y seguramente me ha pasado desapercibida. Pero a día de hoy, con el más que probable aumento de su población -aparentemente al menos-, resulta ya frecuente sobre todo en el medio urbano, donde como dije antes, se ve prácticamente todo el año.

Como no tiene efectos sobre la flora y fauna autóctona, no figura en el catalogo de especies invasoras, pero a los geranios ornamentales si que les afecta de manera notable.

El multicolor abejaruco.

 

Cuando el mes de marzo está ya avanzado, más allá de la primera quincena, se oyen los primeros bandos de abejarucos Merops apiaster en migración. Este sonido tan peculiar que estas aves emiten casi constantemente y que puede oírse a largas distancias, es uno de los que nos anuncian la inminente llegada de la primavera. Regresan del África tropical donde han pasado el invierno, y llegan a Europa cruzando el estrecho de Gibraltar. Una vez en el viejo continente se distribuyen fundamentalmente por la zona mediterránea, aunque alcanzan por el este hasta zonas de Rusia e incluso Afghanistán.

El nombre de abejaruco le viene dado por ser las abejas una de las bases de su dieta, lo que le ha acarreado históricamente la enemistad con los apicultores. En este sentido hay que decir que si bien los bandos de abejarucos pueden llegar a mermar las poblaciones de las colmenas, no es menos cierto que raramente llegan a ocasionar pérdidas que pongan en peligro a la misma.

En cuanto a su conservación se puede afirmar que la especie se encuentra en declive moderado según los datos del programa SACRE (1998-2020). Las causas de este descenso de población no están del todo claros, pero la disminución de las poblaciones de insectos -muy notorias en las últimas décadas- y la destrucción o alteración grave de los ecosistemas fluviales, donde tradicionalmente han situado sus nidos, parecen ser las que más están influyendo en su declive.

Chamarín.

 

El serín verdecillo Serinus serinus, antes era conocido en nuestra zona como chamarín o chamariz. Es el mas pequeño de la familia de los fringílidos, pájaros que tradicionalmente han sido consideradas como aves de jaula.

Es inconfundible por su pequeño tamaño (apenas supera los 11 cm), por su coloración amarillenta en el macho y por su chirriante y gorjeante canto, que emite tanto posado como en vuelo, y que anuncia la primavera ya desde el mes de febrero, siendo uno de los reproductores más tempraneros en nuestro término.

Vive en el noroeste de África y en gran parte de Europa, aunque tiende a evitar zonas muy septentrionales. En España es común y ampliamente distribuido, ocupando una gran variedad de ambientes, siempre con algo de arbolado, incluyendo áreas urbanas, donde se ha hecho reproductor habitual desde hace ya un tiempo.

Es mayoritariamente granívoro y capaz de aprovechar una gran variedad de plantas para alimentarse. A pesar de su aparente adaptabilidad y de no ser un ave escasa, los últimos datos de seguimiento, parece que lo sitúan en moderado declive.

En Marbella es frecuente todo el año, pero en invierno parece más numeroso. Las poblaciones tanto ibéricas como foráneas son migradoras parciales, y se mueven hacia el sur en otoño. Muchos cruzan al N de África como otros fringílidos, y estos bandos migratorios a veces pueden ser mixtos con otras especies de la familia.

La escasa tórtola europea.

Nuestra autóctona tórtola europea Streptotelia turtur es cada vez más escasa. Este fuerte descenso de su población en las últimas décadas le ha llevado a ser considerada como una especie amenazada. Esto era impensable hace un tiempo, cuando era un ave relativamente común, incluso en las cercanías de la ciudad.

Es una migrante transahariana que parece que está sufriendo notablemente en sus zonas de invernada por diversos problemas, como las sequías y otras adversidades.

Y aquí, en sus lugares de cría, también encuentran muchas dificultades, de ahí su situación poblacional, que es muy preocupante.

En Marbella recuerdo que se podía ver prácticamente en cualquier zona con algo de arbolado, incluso muy cerca de la urbe. A día de hoy, este año he detectado a una y poco más de momento.