Ayer
me lleve la “alegría” de esta invernada atípica que estamos
teniendo, con pocos ejemplares de especies que deberían ser más
numerosas a estas fechas; pero como digo, ayer tuve una agradable
sorpresa. Aunque quizás no tanto, ya que el torcecuello euroasiático
Jynx torquilla, ya lleva unos años invernando en uno de los
parques de Marbella.
Es
una especie que en el Libro Rojo de las Aves de España
aparece ya como “vulnerable”, e inexplicablemente, no tiene
esta categoría en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Este
pájaro tan singular, de la familia de los pícidos (pajaros
carpinteros) no presenta sin embargo muchas de las características
propias de éstos, y por ello resulta tan llamativo.
En
nuestra zona se le puede considerar un ave sedentaria. Se puede ver
todo el año, con unas pocas parejas reproductoras y una llegada de
invernantes, que aunque no es numerosa, si que se deja notar.
El
comportamiento migrador es bastante complejo. Se cree que la
población ibérica es sedentaria, con movimientos de corto alcance y
además se reciben ejemplares de centroeuropa. Otras poblaciones
llegan a alcanzar hasta el centro de África, donde pasan el
invierno.
Es
un gran consumidor de hormigas, que captura introduciendo su larga
lengua en los hormigueros, y encuentra en nuestro territorio este
recurso trófico, que tampoco está libre de amenazas, pues el uso
masivo de insecticidas puede causar estragos en esta y en otras
especies insectívoras.
Como
invernante en Marbella está bien representado. Aparte de en este
parque, tengo observaciones en otros puntos del término, y aunque
nunca es un ave frecuente, si que allí donde encuentra alimento,
agua y cobertura forestal, suele estar.