El
trepador azul Sitta europaea es uno de los paseriformes más
ligados al arbolado de los que viven en nuestro término. Necesita de
árboles autóctonos para llevar a cabo su ciclo biológico, y claro,
eso es lo que más falta. Nuestros bosques autóctonos son
prácticamente inexistentes a día de hoy. Apenas unos retazos de
ellos perviven, y allí encontraremos a este especializado pájaro
arborícola.
Se
distribuye por latitudes templadas de Eurasia y norte de África,
mientras en la península falta en amplias zonas con escasa cobertura
de arbolado, siendo más frecuente en el tercio norte, en los bosques
atlánticos y cantábricos.
También
tiene una buena representación en el oeste peninsular, pero falta en
gran parte del Mediterráneo. De hecho en Andalucía su área de
distribución no es muy amplia, siendo las provincias de Cádiz y
Málaga las que más población albergan.
Es
básicamente insectívoro, y busca su sustento recorriendo troncos y
ramas con una destreza digna de admiración, aunque puede consumir
también algunos frutos y semillas.
Bastante
territorial, apenas realiza movimientos migratorios, y suele ocupar
la misma zona todo el año. Posee un característico reclamo que
delata su presencia, ya que su observación a menudo no resulta
fácil, pues es bastante tímido y a pesar de su llamativa
coloración, suele pasar desapercibido entre las ramas y troncos.
Afortunadamente
en los pocos lugares adecuados que aún se conservan en Marbella,
todavía es posible encontrarse con esta bella y singular ave que da
testimonio de lo que antaño fue nuestro medio natural: un gran
bosque mediterráneo autóctono.