La
curruca rabilarga sylvia undata, es uno de los pájaros más
exclusivos que tenemos en Marbella. Aunque se distribuye por gran
parte de Iberia, Italia sur de Francia y sur del Reino Unido, al
igual que en el noroeste de África y ocupando también las islas
Baleares, siempre es un ave no muy numerosa y circunscrita a
matorrales bajos, generalmente etapas de degradación del bosque
mediterráneo. Su reducida área de distribución la lleva a estar
incluida en el Anexo I de la Directiva Aves.
En
los últimos años su población, a nivel de España, parece en
ligero declive, y en nuestra localidad este hecho, a mi entender,
también ocurre. Cada vez es más difícil de encontrar a esta
singular curruca en nuestro municipio, aunque no es un declive muy
acusado.
Se
alimenta de algunos pequeños frutos y bayas, pero es
fundamentalmente insectívora, buscando su sustento recorriendo los
pequeños matojos del monte mediterráneo.
En
cuanto a sus movimientos no es un ave migradora en sentido estricto,
pero si que realiza desplazamientos altitudinales e incluso baja de
latitud, realizando viajes de medio alcance en este caso.
A
pesar de su declive todavía es relativamente fácil de detectar en
nuestro monte, en aquellos lugares adecuados, con monte bajo, donde a
menudo su característico y garraspeante reclamo delata su presencia
entre la intricada vegetación en la que suele moverse. Jarales,
jaguarzales, aulagares e incluso en la rala vegetación de las zonas
dunares, suelen cobijar a este bonito y colorido pajarillo, más
fácil de oír que de ver.