martes, 25 de junio de 2013

Carricero común

El Carricero común Acrocephalus scirpaceus es uno de los paseriformes mas tardíos en cuanto a su reproducción, ya que suelen instalarse en sus territorios durante el mes de mayo. Por lo tanto a estas alturas del calendario, cuando ya el verano es un hecho cronológico, aún continúan en plena reproducción.
El domingo un ejemplar emitía su agradable canto de manera insistente en la desembocadura de Rio Verde, uno de los pocos enclaves de Marbella donde este pequeño paseriforme migrador transahariano cría.
Vive en zonas con vegetación palustre -eneales, carrizales, cañaverales, etc- donde desarrolla su ciclo biológico, alimentándose de pequeños insectos que busca afanosamente, y construyendo el nido.
A pesar de ser un pajarillo de discreta coloración y difícil de ver entre la densa vegetación en la que vive, su canto característico es uno de los más representativos de nuestros humedales en esta época, cuando ya el resto de los paseriformes están en las últimas fases del periodo reproductor y apenas si se escuchan ya a ruiseñores, currucas , mirlos, etc.

domingo, 23 de junio de 2013

Regeneración

En una visita realizada a primeros de este mes a una de las zonas más asoladas del incendio del pasado verano, que calcinó miles de hectáreas en la Costa del Sol, pude comprobar como la regeneración natural del bosque mediterráneo es ya un hecho. Concretamente estuve por la zona que los marbelleros conocemos como Elviria, zona situada al E del municipio y que antes del fuego era un auténtico paraiso para la vida silvestre. De momento, aunque la mayoría del arbolado ha rebrotado y el sotobosque comienza a mostrar signos de recuperación, el paisaje ha cambiado notablemente. 
  Ya dentro del municipio de Ojén -cerca del rio del mismo nombre- hice algunas observaciones de bastante interés. Varias parejas de Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli andaban cebando a jóvenes. Años atrás los habíamos detectado en la zona en época reproductora pero este año me dio la impresión de ser bastante más numerosos.
Mas sorprendente para mí fue la masiva presencia de Curruca carrasqueña Sylvia cantillans, que ha podido verse favorecida por el aclarado de la masa forestal. Con anterioridad nunca la habíamos detectado en este enclave y ahora parece ser la curruca más numerosa en la zona.
Ya más normales fueron la observación de una pareja de Totovías Lulllula arborea, un alaúdido cada vez más escaso en Iberia y un ejemplar de Halcón peregrino Falco peregrinus posado en el tronco quemado de un viejo alcornoque.
Juvenil de Arrendajo
Para terminar el día, cuando me disponía a marcharme de la zona, noté una extraña algarabía entre algunos páridos -herrerillos y carboneros- y pude distinguir entre los alcornoques en regeneración, la figura de un juvenil de Arrendajo Garrulus glandarius, que no era muy bien recibido por éstos dada su afición a consumir huevos y jóvenes de éstas y otras pequeñas avecillas.
Al final me quedó una sensación agridulce. Por un lado contento por ver que el bosque mediterráneo, que siguiendo su proceso natural, se está regenerando en la mayoría de este magnífico enclave natural. Por otro el recuerdo de aquel esplendoroso bosque-isla con su  sotobosque de Madroños, Brezos, Mirtos, etc, que tardará algunas décadas en llegar a ser lo que fue.

lunes, 17 de junio de 2013

Reproducción de Zarcero pálido.

Juvenil de Zarcero pálido
El Zarcero pálido Hippolais opaca puede considerarse uno de los paseriformes más escasos de la avifauna ibérica. Las estimaciones más optimistas cifran la población española en no más de 8000 parejas, sin embargo no tiene ningún grado de amenaza en el Catalogo Nacional de Especies Amenazadas. Algo que resulta un tanto incongruente ya que sí figura en el Libro Rojo de las Aves de España como “casi amenazada”.
Es un pájaro con unos requerimientos de hábitat muy específicos: sotos fluviales y formaciones de tarajes, principalmente en el piso bioclimático termomediterráneo. La mayor parte de la población española se encuentra en Andalucía y ya más escaso se reparte por algunos puntos de Castilla-La Mancha, Levante y Valle del Ebro, pero siempre en poblaciones pequeñas y muy fragmentadas.
Es un migrador transahariano, que inverna en zonas semiáridas al norte del ecuador y llega a Iberia entre abril y mayo para marcharse entre agosto y septiembre.
Ayer una pareja cebaba a algunos juveniles -ya volantones- en Las Medranas. Por lo que pude observar había más de una pareja criando por la zona.
Es por lo tanto uno de nuestros pájaros más exclusivos y posiblemente más difíciles de detectar- a no ser por su agradable canto-, ya que son poco llamativos y suelen moverse entre la densa vegetación riparia.

sábado, 8 de junio de 2013

Cebas de Oropéndola

Hembra de Oropéndola con ceba.
A estas alturas del año las Oropéndolas Oriolus oriolus tienen ya descendencia. En este caso todavía los jóvenes se encuentran en el nido, pero en unos días lo abandonaran e iniciarán un nuevo periodo de su crianza, en la que serán todavía alimentado por los padres durante algún tiempo. La pareja ceba constantemente a los jóvenes con numerosos insectos, tanto adultos como larvas, en un frenético ir y venir. Con este ritmo en poco tiempo saltarán del nido hasta un árbol cercano e intentarán pasar desapercibidos ante los depredadores hasta hacerse lo suficientemente fuertes como para independizarse.
Estos bellos pájaros tropicales – lo son porque pasan la mayor parte del año en el África tropical- terminarán en unas semanas su trabajo reproductor y se dedicaran a alimentarse, reponer fuerzas y mudar su vistoso plumaje, para aproximadamente en el mes de septiembre partir de nuevo hacia África.
Son aves más bien escasas en Marbella, ya que necesitan zonas con vegetación de ribera o bosques densos, ambos ecosistemas muy restringidos en el término municipal. Aún así, allí donde este tipo de formaciones existen hay Oropéndolas.

domingo, 2 de junio de 2013

Ruiseñor bastardo

El Ruiseñor bastardo Cettia cetti es un pequeño paseriforme fácil de detectar por su canto pero raro de observar al descubierto. Habita en los más intrincados matorrales, generalmente cerca de cursos de agua. Su aspecto es poco llamativo con tonalidades grises y marrones, con una ceja blanca algo marcada. 
Su canto sin embargo, es de los más característicos de los de la avifauna ibérica. Puede escucharse durante todo el año, y cuando lo emite inmediatamente es contestado por otros congéneres cercanos, comunicándose de esta manera donde se encuentra cada cual. Un método muy apropiado para estos escondedizos pajarilllos, que utilizan sus vocalizaciones como marcas de posición.
Vive en la Europa mediterránea, norte de África y llega hasta latitudes templadas de Asia. Es primordialmente insectívoro y no realiza movimientos migratorios destacables, siendo considerado por lo tanto como sedentario.
A estas alturas del año se encuentran todavía inmersos en la reproducción, lo que conlleva un esfuerzo importante y algunos, como el de la foto, presentan ya un desgaste en el plumaje muy notorio.
Este pequeño pajarillo, al que seguro que hemos oído en más de una ocasión, es de los más genuinos habitantes de nuestros matorrales de ribera, zarzales y zonas palustres.