El mes de febrero que ya se nos acaba, depara ya interesantes observaciones de algunas mariposas, algunas de ellas de gran belleza. Aquí muestro algunas de ellas, las que se dejaron fotografiar medianamente. Algunas más se pueden ver en vuelo ya, si bien cada día a mi entender, se ven menos estos maravillosos insectos que dan colorido a nuestro medio natural.
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| Cleopatra(hembra) |
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| Macaón. |
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| Amarilla. |
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| Arlequín. |
Hace unos días vi como una pareja de estas singulares e inconfundibles aves: las abubillas Upupa epops, andaban en lo que parecía la búsqueda de un lugar para anidar. Lo hacen preferentemente en huecos de árboles, pero como éstos no abundan en demasía, se adaptan a cualquier otra oquedad, incluso en construcciones humanas.
El comportamiento migrador es bastante complejo. La mayor parte de la población parece invernar en el África subsahariana. No obstante las poblaciones más meridionales, como es el caso de la nuestra, pueden permanecer todo el año en el territorio. Además una fracción de los migrantes norteños, pueden también quedarse en zonas adecuadas del sur de Europa. De hecho puede darse la paradoja de que en algunos puntos del sur ibérico sean más abundantes en invernada que en época reproductora.
Ocupa gran parte del Paleártico, llegando hasta la costa del pacifico de China, el norte de África y en España solo falta en la cornisa cantábrica, si bien en gran parte del territorio peninsular es unicamente un ave estival.
El pico, largo y curvado de la abubilla está diseñado para urgar en el suelo y buscar orugas y pupas de insectos. Y tampoco es desdeñable su afición a las larvas de procesionaria, que son capaces de extraer de sus globosos nidos.
Prefiere zonas arboladas poco densas, no encontrándose en bosques abigarrados, si bien también se deja ver en otros ambientes, incluidos los parques y jardines, donde últimamente se ha hecho presente.
El nombre vernáculo de "gallito de marzo" que siempre escuché de pequeño, parece hacer referencia al mes de su llegada desde África, pero como he dicho anteriormente, por aquí no es extraño verlas todo el año y así viene sucediendo en los últimos tiempos.
La curruca cabecinegra Sylvia melanocephala es un pájaro bastante frecuente en Marbella. En general lo es en los ambientes mediterráneos arbustivos, sin ser muy exigente en cuanto a la composición de éstos. Puede encontrarse en una gran variedad de ambientes, incluyendo parques y jardines, donde llega a ser muy común.
Macho
Este sylvido se encuentra presente en toda la región circunmediterranea, desde Iberia hasta oriente Próximo y por gran parte del norte de África. En España solo falta en algunas zonas de la meseta norte y se rarifica en zonas de elevada altitud.
Se alimenta básicamente de insectos, que busca entre el denso follaje, pero no desdeña pequeñas bayas y frutos. Como a una gran cantidad de pájaros, es un asiduo a las aceitunas.
Hembra
No presenta movimientos migratorios destacables; se la considera sedentaria, pero sí que se sabe que hay ciertos movimientos dispersivos de los jóvenes y puede que también algunos altitudinales. En todo caso no es migradora de larga distancia a priori.
El anillo ocular rojo, que lucen ambos sexos, es un signo para diferenciarlas de otras currucas. Presentan un dimorfismo sexual, no muy marcado, pero si claramente perceptible.
El mosquitero común Pylloscopus collybita es uno de los invernantes más numerosos que tenemos en nuestro medio natural. Es incluso muy común en parques y zonas ajardinadas donde exista arbolado.
Este pequeño pájaro de discreta coloración y pequeño tamaño, vive en gran parte de Europa y Asia, donde en muchos países es una de las aves más comunes.
En España sin embargo solo se reproduce en zonas norteñas, destacando entre todas ellas el entorno de los Pirineos; aunque incluso en nuestra provincia –siempre en zonas montañosas bastante frescas- se suelen detectar algunos individuos en época de cría; esto puede indicar que pudiera ser que llegaran a criar en estos lugares. En todo caso en un número francamente anecdótico.
Es entre los meses de octubre y marzo cuando su presencia en el entorno mediterráneo es muy notoria. Suelen ocupar una gran variedad de ambientes, desde zonas boscosas hasta humedales, pasando por casi todos los ecosistemas. Consumen pequeños insectos fundamentalmente, aunque pueden llegar a consumir pequeñas cantidades de materia vegetal; entre éstas son muy aficionados al polen de algunas plantas de jardín.
En estas fechas, ya entrado el mes de febrero, se les oye a menudo emitir su monótono canto, un chif-chaf que repiten varias veces y que le da su nombre en inglés.
El bisbita pratense Anthus pratensis, es un invernante estricto en nuestra tierra. Su llegada se produce durante el mes de octubre y permanecen más o menos hasta finales de marzo.
En España solo cría, y en muy bajo número, probablemente unas decenas de parejas, en puntos del tercio norte. Sin embargo es un pájaro muy frecuente en el centro y norte de Europa, donde se reproduce. Una vez que se vislumbra el otoño, emprende su viaje anual hacia países de la cuenca mediterránea, donde pasa el invierno.
A menudo forma bandos de cierta entidad, incluso se mezcla con otras especies y frecuenta prados, herbazales y cursos fluviales, donde caminando a buen paso busca su alimento que consiste en su mayoría en insectos; pero no desdeña pequeñas semillas y algún fruto. Las aceitunas son para ellas un manjar.
De un tiempo a esta parte noto una reducción de invernantes en nuestros campos. Y según la UICN se la considera amenazada, pues su población se ha reducido bastante en ls últimas décadas. Las causas parecen ser el uso de plaguicidas, y otras relacionadas con los usos del suelo. A nivel local, pues posiblemente la falta de hábitat. Pocas zonas libres nos quedan con prados y con hierba, y de los ríos mejor ni hablar.
Veremos como evoluciona la población en los próximos años, pero parece que esos bandos de “pancitas” -como por aquí se las denominaba-, resultaran cada vez más difíciles de ver.
Aratinga sol, cotorra solar, o periquito dorado son algunos de los nombre que recibe esta exótica, cuya denominación científica es Aratinga solstitialis.
Es una psittacida más bien de pequeño o mediano tamaño, que me encontré volando en un paraje de nuestra localidad hace unos días. Las venía oyendo desde hacía un par de meses, pero pensé que lo más lógico es que estuvieran enjauladas.
Pero por las averiguaciones que he hecho o mejor dicho, que ha hecho algún compañero más puesto que yo en estos menesteres, parece ser que no son del todo “libres”.
Son aves que proceden de Sudamérica (zonas de Brasil, Guayana y zonas cercanas) y que ya en libertad se muestran bastante dóciles y no temen en demasía al ser humano. Si además están criadas en cautividad (probablemente con papilla) esta confianza es aún mayor. De hecho las tuve a menos de un metro de distancia y pude casi tocarlas.
Todo indica que está en un régimen de semilibertad, donde se les proporciona alimento y agua, y se les deja que anden por los alrededores (la observación la hice a escasos metros de una urbanización de alto standing). Se le puede denominar en el argot de los criadores como “vuelo libre”.
El Grupo de Aves Exóticas de SEO/Birdlife, solo tiene constancia de otra observación en libertad en nuestro país, concretamente en Alicante hace unos años. Y además se puede añadir, que es una especie con categoría de amenaza según UICN en su hábitat natural.
