Macho ce Curruca rabilarga |
Entre los más intricados
de nuestros matorrales -sobre todo en aulagares y jarales- vive esta
peculiar Curruca; la que posee una cola más larga en relación a su
cuerpo, y de ahí su nombre de Curruca rabilarga Sylvia undata.
Ahora se encuentra en
plena época reproductora, y los machos andan encelados cantando
sobre su territorio, que es un trozo de terreno plagado de
matorrales, donde se alimentan cazando pequeños insectos y
arácnidos, y donde llevan a cabo la cría.
Viven en el sur de Europa
(península ibérica, suroeste de Francia, Italia, y sur de
Inglaterra) y en el noroeste de África. Su reducida área de
distribución y su población, que para Europa se estima en poco más
de 3 millones de parejas, la mayoría en Iberia, hacen que la especie
esté incluida en el Anexo I de la Directiva de Aves.
Básicamente sedentaria,
si se conoce que realiza movimientos en invierno, abandonando las
zonas más frías hacia otras de mejor climatología.
En España, donde está
bien distribuida por todo el territorio aunque con poblaciones más
prósperas en la zona occidental, ha sufrido una notable regresión
en las últimas décadas, llegando a rarificarse en muchos puntos.
En Marbella todavía se
la puede encontrar asociada a etapas de degradación del monte
mediterráneo, aunque mi impresión es que ha bajado notablemente su
población desde hace unas décadas.