lunes, 23 de enero de 2012
Correlimos tridactilos en Marbella
Estas pequeñas aves limícolas que recorren nuestras playas estos dias invernales son los Correlimos tridáctilos Calidris alba. Grandes viajeros que anidan en el Ártico y en otoño vienen a nuestras costas en busca de buen clima y alimento. Ayer en la playa del Cable en Marbella, había un nutrido grupo de unos 35 ejemplares, deambulando sin cesar por las arenas en busca de pequeños invertebrados y otros animalillos; aunque pueden llegar a consumir algun pez que haya muerto u otros seres vivos que el mar deposite en la playa. Junto a los Vuelvepiedras comunes, son las límicolas costeras más comunes en Marbella. A pesar de que no se suelen ver en gran número, resultan comunes en algunas de las playas más centricas de nuestro término.
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viernes, 13 de enero de 2012
Avifauna fluvial
Los ecosistemas fluviales son de los más ricos en diversidad de Aves. Esta mañana en el rio Guadaiza he sido testigo de este hecho, al poder observar a una gran cantidad de especies en un tiempo relativamente corto.
Además de las especies que utilizan el rio para saciar su sed o tomar un baño, caso hoy de los Gorriones comunes, Jilgueros, Verdecillos, Estorninos pintos y negros, etc, hay una fauna alada específica de este hábitat, muy sensible a la alteración de estos espacios naturales.
El primero de mis encuentros de hoy ha sido con este Escribano palustre Emberiza schoeniclus, ave granívora lgada exclusivamente a zonas húmedas. Es discreto en sus hábitos, no siendo fácil su detección si no se tiene un poco de paciencia; posiblemente esta dificultad para detectarlo hace que su presencia en nuestros rios y humedales pase desapercibida y por lo tanto que su invernada se encuentre infravalorada. Por Marbella y Estepona lo llevo detectando desde hace unos años cada vez en mayor número, y esto probablemente sea debido a que antes no le prestaba mucha atención.
Casi el mismo caso es el del siguiente habitante de los cauces fluviales: el Pájaro moscon Remiz pendulinus. Este si cabe es aún más dificil de detectar, al ser todavía más discreto y menos numeroso que el anterior. Además es más inquieto y bastante más pequeño, lo que hace que su detección requiera una buena dosis de paciencia, si no tenemos la suerte de toparnos de bruces con él.
Este pequeño enmascarado busca su alimento, generalmente pequeños insectos, entre la vegetación palustre, siendo dificil encontrarlo fuera de ella, lo que supone un plus de dificultad para el observador. Dos especies muy exigentes en cuanto a la calidad del hábitat que tenemos la suerte de poder disfrutar en Marbella.
Otras especies que también he podido observar hoy en el Guadaiza y que son propias de medios acuáticos, han sido Andarrios grande, Bisbita alpino, Chorlitejo chico, Lavandera cascadeña y Lavandera blanca, esta última en números muy significativos.
Un buen número de especies en un espacio reducido, lo que da una idea de la gran biodiversidad que nuestros rios albergan.
Además de las especies que utilizan el rio para saciar su sed o tomar un baño, caso hoy de los Gorriones comunes, Jilgueros, Verdecillos, Estorninos pintos y negros, etc, hay una fauna alada específica de este hábitat, muy sensible a la alteración de estos espacios naturales.
El primero de mis encuentros de hoy ha sido con este Escribano palustre Emberiza schoeniclus, ave granívora lgada exclusivamente a zonas húmedas. Es discreto en sus hábitos, no siendo fácil su detección si no se tiene un poco de paciencia; posiblemente esta dificultad para detectarlo hace que su presencia en nuestros rios y humedales pase desapercibida y por lo tanto que su invernada se encuentre infravalorada. Por Marbella y Estepona lo llevo detectando desde hace unos años cada vez en mayor número, y esto probablemente sea debido a que antes no le prestaba mucha atención.
Casi el mismo caso es el del siguiente habitante de los cauces fluviales: el Pájaro moscon Remiz pendulinus. Este si cabe es aún más dificil de detectar, al ser todavía más discreto y menos numeroso que el anterior. Además es más inquieto y bastante más pequeño, lo que hace que su detección requiera una buena dosis de paciencia, si no tenemos la suerte de toparnos de bruces con él.
Este pequeño enmascarado busca su alimento, generalmente pequeños insectos, entre la vegetación palustre, siendo dificil encontrarlo fuera de ella, lo que supone un plus de dificultad para el observador. Dos especies muy exigentes en cuanto a la calidad del hábitat que tenemos la suerte de poder disfrutar en Marbella.
Otras especies que también he podido observar hoy en el Guadaiza y que son propias de medios acuáticos, han sido Andarrios grande, Bisbita alpino, Chorlitejo chico, Lavandera cascadeña y Lavandera blanca, esta última en números muy significativos.
Un buen número de especies en un espacio reducido, lo que da una idea de la gran biodiversidad que nuestros rios albergan.
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