Hace unos dias me fijé
en esta gaviota reidora chroicocephalus ridibundus que portaba
una anilla de PVC de lectura a distancia. No era la única gaviota
marcada que descansaba en una de nuestras playas más centricas: la
playa de la Fontanilla, pero está fue la única que conseguí leer
con claridad, pues alguna otra que vi permanecía tapada por otros
congéneres o simplemente se movía y no dejaba leer la numeración.
El caso es que este
ejemplar nación el año 2015 en una localidad del norte de Polonia,
y desde el 2016 se ve con regularidad por las costas malagueñas,
donde parece que realiza la invernada o al menos una buena parte de
ella.
Esta especie que ocupa
como reproductora gran parte del Paleártico es más frecuente en los
países del centro de Europa, aunque en nuestra provincia también lo
hace en algunos puntos del norte provincial, aunque en números
discretos. La tendencia a nivel mundial parece ser expansiva,
llegando algunos ejemplares a ocupar marginalmente algunas zonas de
norteamérica, incluso algunos ejemplares llegan al Caribe.
Esta en concreto debe estar
a punto de partir, probablemente de regreso a su zona natal para
llevar a cabo la cría. Lo que es seguro es que no permanecerá en
nuestra localidad mucho tiempo, pues aquí no llega a criar esta
bonita gaviota de mediano tamaño.