sábado, 14 de septiembre de 2024

Colirrojo real. Remontando el vuelo.

 

El colirrojo real Phoenicurus phoenicurus es uno de mis pájaros preferidos. El motivo es de difícil explicación; pero su porte elegante, su colorido y el solo poderlo ver durante los pasos migratorios y no en gran número, hacen que sea una de mis debilidades.


Es un migrante transahariano que ahora se encuentra en pleno viaje hacia el continente africano y que en España cría de manera dispersa en enclaves montañosos, con bosques de cierta entidad y con presencia de arbolado maduro. Es un poco exigente en cuanto al hábitat, de ahí que haya estado seriamente amenazado en décadas pasadas, aunque ahora todo apunta a una recuperación de sus efectivos, sin llegar a recuperarse del todo.



En nuestra provincia es conocida su reproducción en la Sierra de las Nieves y en Sierra Bermeja, pero siempre en números bajos.

Básicamente insectívoro, durante su migración hace paradas en enclaves favorables para descansar y alimentarse. Y así lo pude disfrutar hace unos días, en un parque de Marbella, donde alternaba fases de descanso en algún árbol, con otras en los que buscaba afanosamente insectos al modo de los papamoscas, lanzándose al suelo cuando desde un posadero, divisaba alguna posible presa.



En este caso se trata de un macho joven, no tan llamativo como los adultos, pero de igual manera un pájaro realmente especial por sus bellos colores.

jueves, 12 de septiembre de 2024

Días de intenso paso de rapaces.

 

Como ocurre todos los años, esta primera quincena de septiembre es probablemente la más intensa en paso de aves planeadoras. En lo que va de semana -del domingo a hoy- ha habido días de intenso movimiento migratorio de aves rapaces y hasta sería largo y tedioso nombrarlas a todas.

El paso de abejero europeo Pernis apivorus se encuentra en máximos, y hemos tenido algún día -cuando el viento tenía cierta componente N- en los que ver bandos de 20 o 30 ejemplares, uno tras otro, no era raro. Suelen pasar más bien por la sierra, por las fuertes corrientes térmicas que allí se dan, pero incluso algunos los he avistado en pleno casco urbano.




Otra rapaz que también se dejo ver en plena urbe, fue una hembra de aguilucho lagunero Circus aeroginosus, ave inconfundible y podría decirse que rara de ver, pues sus números nunca llegan a ser altos, al ser una especie más bien escasa.


Mucho más común es el aguililla calzada Aquila pennata, especie que estos días he estado observando en buen número en claro paso migratorio. Esta rapaz de mediano porte que llega a reproducirse en nuestro término, también proporciona buenos momentos migratorios, con números no tan llamativos como los abejeros, pero superando las varias decenas de individuos diarios.


Y como dije al principio, han sido algunas más las rapaces detectadas en Marbella estos días, pero eso ya lo contaré en otra ocasión.

domingo, 8 de septiembre de 2024

El pequeño garrapinos.

 

No resulta fácil de ver este pequeño pájaro que suele moverse entre las ramas de los pinos y de otros árboles. El carbonero garrapinos Periparus ater, es de esas aves más fáciles de localizar por sus emisiones vocales que por observación directa.


Como su nombre indica está muy ligado a las masas de pinos de cualquier especie, aunque también se puede ver en otras arboledas de forma puntual. La proliferación de los bosques de pinos en gran parte de España, incluso las plantaciones de pino silvestre que se han hecho en el centro y norte de Iberia, les ha favorecido claramente.


Vive en gran parte de Eurasia y en la península ibérica es más numeroso en el norte, faltando en amplias zonas del sur. De hecho en Andalucía falta en amplias zonas y se acantona en serranías, allí donde proliferan los pinares.

Se alimenta básicamente de insectos y arácnidos y alguna que otra semilla, que busca intensamente moviéndose entre las ramas, mientras suele emitir su característico reclamo que acaba delatando su presencia.


En Marbella, donde el pinar está bastante presente, es un ave si no muy frecuente si bien representada en aquellas masas de pinar más frondosas. Incluso lo he llegado a detectar en algún parque urbano, donde lógicamente hay pinos. Al menos la población ibérica es básicamente sedentaria, con pequeños movimientos altitudinales o dispersivos, si bien parece que si que existe un cierto movimiento de aves más norteñas hacia la península, sobre todo en inviernos rigurosos. Por lo tanto en nuestra localidad está presente todo el año y no parece haber un aumento significativo de la población durante la invernada.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Migración de zarcero poliglota.

 

Inmersos ya en septiembre, mes “estrella” de la migración postnupcial, las observaciones de migrantes van lógicamente en aumento.

Siguen pasando aves planeadoras (rapaces y cigüeñas), si bien no están acompañando mucho los vientos para que el paso sea muy detectable por Marbella, al menos por las zonas más bajas.

Los paseriformes migradores ya si que están todos los esperables. Y hoy me centraré en uno de ellos, el zarcero poliglota Hippolais poliglotta, ave discreta y no muy fácil de detectar, por su modo de vida, casi siempre al abrigo de matorrales y arbolado.


Se presenta en Europa ya desde marzo. A la parte del continente que ocupa como reproductor, que no es muy amplia, pues solo se establece en Iberia, Francia e Italia. Llegan desde el África occidental, al sur del Sáhara y ocupa una gran cantidad de ambientes, aunque siempre que tengan una buena cobertura arbustiva. Es mayoritariamente insectívoro, pero puede consumir pequeños frutos y bayas.


En Marbella es un reproductor no muy numeroso, pero presente en enclaves adecuados -zonas de ribera preferentemente-, pero en ambos pasos se vuelve mas visible, pues puede llegar a verse en lugares no muy “apropiados” para la especie en principio. Entre éstos se encuentra el medio urbano, donde lo detecto con cierta frecuencia en el arbolado o en los arbustos de parques y jardines en general.


Durante las últimas dos semanas he tenido varios “encuentros” con este discreto pájaro de tonos verdosos y amarillos, más fácil de detectar por su canto o su reclamo, que emite con frecuencia incluso en pleno viaje migratorio.