martes, 16 de julio de 2024

Monteses.

 

Es un ungulado de porte poderoso, robusto y de un tamaño medio, llegando a alcanzar una altura de mas de 80 cm.

La cabra montés Capra pyrenaica es un típico habitante de nuestra Sierra Blanca, que es el espacio natural más extenso del que disponemos.

macho adulto

Los que encontramos aquí pertenecen a la subespecie hispánica, que se distribuye por el sur y este ibéricos. La especie en sí, es un endemismo ibérico, ya que del sur de Francia desapareció hace ya unas décadas.

Se suele asociar a zonas rocosas, por las que es capaz de caminar y si fuera preciso de correr, en zonas inverosímiles, prácticamente verticales, gracias a sus pezuñas perfectamente adaptadas a estos medios. No obstante también se mueve por otros entornos menos “ásperos”. Presenta una gran adaptabilidad al alimento disponible y puede consumir pastos, o ramonear sobre los arbustos según la disponibilidad en cada momento.

macho joven

Suelen ser gregarios y generalmente -salvo en época de celo- los grupos suelen ser del mismo sexo. No resulta muy difícil distinguir machos de hembras. Los machos monteses -sobre todos los más veteranos- presentan una cornamenta espectacular con unos cuernos gruesos y nudosos.

En Sierra Blanca parece haber una buena población. A pesar de la sarna sarcóptica, enfermedad que causa bastantes bajas en esta especie, se dejan ver buenos grupos a menudo. Y sin poder afirmarlo por no tener los datos precisos, creo que su población se mantiene más o menos estable en las últimas décadas.

hembra


joven

Llevo algunas semanas observando algunos grupos en zonas más bien bajas de la sierra, lo que asocio básicamente a la escasez de agua. La sequía está dejando a estos ungulados y otros seres vivos poco margen, y tienen que acudir a beber a zonas más bajas, donde de momento la encuentran.


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