Ya llegan.

 

Otro año más, llegadas estas fechas de finales de agosto acuden fieles a su cita los abejeros europeos Pernis apivorus.

Son aves singulares, pues a pesar de su apariencia de ave rapaz se alimenta más bien de abejas y otros insectos similares. Crían en zonas más norteñas que la nuestra, si bien alguna pareja lo hace en nuestra provincia de manera aislada algún año. Este concretamente parece ser que así ha sido.

Pero lo que llama la atención de esta bella viajera son los números que pueden llegar a darse en sus migraciones. No es raro que millares de ellos sean avistados desde nuestra localidad en un día apropiado.

De momento mis observaciones de estos días no son de números altos, pero en las próximas semanas seguramente habrá algunos días con estas concentraciones espectaculares de abejeros. Los estamos esperando.

Migración postnupcial a pleno rendimiento.

 

En estas fechas la migración postnupcial está ya a pleno rendimiento. Llevamos unas semanas en las que el paso de aves planeadoras ha sido el protagonista casi absoluto. Milanos negros Milvus migrans y cigüeñas blancas Ciconia ciconia, han protagonizado estas semanas, con días intensos, de más de 800 aves avistadas en unas 3 o 4 horas.

Cigueñas blancas. Bando de unas 80.

Milano negro.

Pero se van sumando progresivamente especies a esta migración. Ya desde hace unos días se dejan ver los primeros abejeros europeos Pernis apivorus, aves que todavía se ven en escaso número, pero que a buen seguro en fechas venideras nos darán números espectaculares.

Los abejarucos Merops apiaster, son otros que ya andan en pleno viaje. Estas aves migran tanto de día, como en ocasiones incluso de noche. Suelen viajar en grupos, ruidosos durante el vuelo, y esto hace que llamen la atención.

Abejaruco europeo.

Y ya también se están detectando paseriformes migradores. Estos al contrario de los anteriores suelen volar de noche y los detectaremos durante el día cuando paren a descansar y alimentarse en algún punto. A veces incluso en plena ciudad, ya sea en parques, jardines e incluso en el arbolado urbano.

Curruca zarcera, mosquitero papialbo, mosquitero musical y muchos más pajarillos se encuentran ya en pleno paso.

Son muchas más las especies que cabría citar en esta estrada, pero estas son las relativamente más fáciles de detectar, por poderse observar en plena ciudad.

Curruca zarcera.

Seguiremos en días sucesivos contando como evoluciona la migración y se añadirán más especies.

                    

Esfinge colibrí urbana.

 

La esfinge colibrí Macroglossum stellatarum es una mariposa evidentemente, aunque el “apellido” de colibrí hace que suene a pájaro.

Pertenece a la familia sphingidae caracterizada por sus hábitos predominantemente nocturnos. Pero en este caso es una excepción, nuestra protagonista es bastante diurna.

Lo de colibrí le viene al pelo. Es de un tamaño más bien grande, bate sus alas a una velocidad de vértigo (85 veces por sg.), y puede permanecer inmóvil sobre las flores de las que se alimenta libando sobre ellas con su larga espiritrompa. En definitiva parece un colibrí en gran medida, pero no es más que una singular mariposa.

Vuela sobre todo en primavera y verano y se acerca a zonas urbanas en ocasiones. Este año quizás con más razón que otros, pues pocas flores quedan ya en los agostados campos en estas fechas.

Hace unos días la tuve a tiro de piedra de casa en una lantana de un jardín urbano, donde este ser realmente llamativo me tuvo entretenido un buen rato.

Se abren paso.

 

Ya lo he comentado en ocasiones anteriores. El estado de nuestro cauces fluviales deja mucho que desear desde el punto de vista natural. Lo que debería ser un vergel de vida es a menudo prácticamente un desierto, tomado en su mayor parte por plantas invasoras. Eso es lo que tenemos a día de hoy.

Y a pesar de ello algunas especies, aquellas menos exigentes en cuanto a la calidad del hábitat, las que se pueden alimentar casi de cualquier cosa y criar casi en cualquier sitio, siguen adelante.

En una visita a uno de los ríos de nuestra localidad pude observar a juveniles de dos especies bastante adaptables y que aparentemente están prosperando.

Varios juveniles de ánade azulón Anas platyrinchos, el pato más común de los que tenemos en Marbella, capaz incluso de criar en algún que otro parque urbano, se movían en el poco agua que ya tiene el río. Estos evidentemente han nacido en este enclave, bastante degradado y como he dicho, con poca agua ya.

El otro joven detectado es una gaviota patiamarilla Larus michaellis. Otra ave enormemente adaptable y que cría en plena ciudad. Los jóvenes ya en su mayoría emancipados, deambulan ya por una gran variedad de ambientes, desde zonas costeras a la misma ciudad, buscando algo de comer en estos calurosos días de verano y acuden a estos pocos puntos de agua a beber y refrescarse. Y de paso si encuentra algo para comer, miel sobre hojuelas.

La vida se abre paso a pesar de todo y una nueva generación peleará día a día por sobrevivir.

Sigue prosperando.

 

No resulta raro ya encontrarse bandos, a veces de más de una decena de individuos de este pajarillo cuya procedencia natural es el África subsahariana, pero que ha llegado a establecerse en algunos puntos de Europa al ser traído como ave de jaula en décadas precedentes.

El estrilda común o pico de coral Estrilda astrild, es un habitante habitual de los humedales, pero en otros lugares de la península empieza a asentarse en otros medios, siempre que no sean muy arbolados. Está ya asentado en varios enclaves del suroeste y costa catalana y más disperso por otras zonas de la península.

En Marbella como he dicho antes, está representado en todos los cauces y embalses del término y aunque su incremento parece moderado de momento, lo cierto es que cada vez se ven más.

Con nuestro benigno clima no es de extrañar que realice varias puestas anuales, sobre todo en las riberas fluviales, y como además se alimenta de semillas de herbáceas, que resultan frecuentes en nuestro medio, su expansión parece garantizada.

Está considerado como especie exótica invasora, aunque sus efectos sobre la flora y fauna autóctona no están todavía muy claros. Sea como sea es un ave foránea, traída por la mano del hombre y que habrá que seguir la evolución de su población y evaluar su impacto sobre el medio.