Van llegando invernantes.

 

Terminando ya el mes de octubre, es lógico que los invernantes vayan llegando y asentándose en sus zonas de invernada.

Y es lo que ahora se detecta con cierta facilidad: la  llegada de aves invernantes.

curruca capirotada

Este año hay un notable número de currucas capirotadas Sylvia atricapilla. Este es a mi entender, el dato más llamativo de estos comienzos de invernada.

El mosquitero común Phylloscopus collybita, sin embargo está tardando un poco más en entrar, pero día a día también se detectan más.

mosquitero común

El petirrojo europeo Erithacus rubecula, presenta una invernada más o menos normal a esta alturas, pero su pariente el Zorzal común Turdus philomelos, todavía no parece muy numeroso. Y el bisbita pratense Anthus pratensis, otro pájaro muy frecuente en zonas llanas, apenas está empezando a entrar y no en gran número; hecho este bastante anómalo a mi entender.

petirrojo europeo

La falta de lluvias y las altas temperaturas, pueden tener algo que ver en estas “pequeñas” variaciones en los movimientos de las Aves.

Todo esto es mi impresión personal, que puede no ser del todo exacta.

La migración sigue.

 

Aunque la migración postnupcial de las aves que pasan el invierno al sur del Sáhara, está prácticamente finiquitada -salvo algunos rezagados-, continúa el movimiento de aves hacia el vecino continente.

Jilguero europeo

Ahora son mayoría las aves que sólo llegan al norte de África en su migración. Fringílidos (jilgueros, verderones, pardillos, etc), palomas torcaces, bisbitas, zorzales e incluso los majestuosos buitres leonados, se encuentran en pleno paso migratorio.

Zorzal común

Ya desde hace más de una semana detecto estos movimientos, pues estas aves presaharianas suelen volar durante el día y generalmente en bandos de magnitud variable, y por ello resulta un paso muy visible si se está atento.

Buitre leonado

 

Y no está siendo una migración muy “potente” porque las temperaturas y la ausencia de precipitaciones en buena parte de Iberia, hace que muchas de estas aves permanezcan todavía en zonas más norteñas, donde aún encuentran condiciones favorables. Si esta situación se prolonga en el tiempo, podemos tener un paso y una invernada bastante floja, pues las aves no son “empujadas” a marchar hacia el sur. Veremos.

Curruca rabilarga, escasa y localizada.

 

La curruca rabilarga Sylvia undata es un pájaro pequeño y dotado de una larga cola, habitante típico de matorrales mediterráneos de porte arbustivo. Aulagares, tomillares, jarales, jaguarzales y otros entornos arbustivos de escasa altura, son su hábitat preferido.

A menudo no resulta fácil de observar, pues se suele mover entre estos matorrales intrincados, pero su característico reclamo, que emite frecuentemente, permite localizarla.

Ocupa casi toda Iberia, islas del Mediterráneo, zonas del noroeste de África, algunos enclaves del suroeste de Francia e incluso el sur de Inglaterra.

Su tendencia poblacional es negativa. De hecho ya aparece en la categoria de “en peligro” en el reciente Libro Rojo de las Aves de España (2021). Esta disminución de efectivos la he notado en nuestro término en los últimos 15 o 20 años, aunque tengo que decir .-y es solo una impresión personal-, que en los últimos 2 o 3 años, noto cierto aumento de efectivos.

No realiza movimientos migratorios destacables, aunque durante el otoño e invierno parece notarse un aumento de población; probablemente esto obedezca a movimientos altitudinales o dispersivos de corto alcance. Es insectívora principalmente, pero también consume pequeñas bayas y frutos cuando los encuentra.

Como he dicho con anterioridad en Marbella es relativamente frecuente en matorrales ralos, desde las zonas dunares, hasta la media montaña. Nunca es abundante, pero suele estar presente en estos medios arbustivos que no suelen utilizar demasiadas especies aladas.

Dos libélulas de octubre.

 

Estas dos especies de odonatos no son las únicas que se dejan ver una vez ya iniciado el otoño climatológico, pero ciertamente suelen ser de las más comunes en estas fechas, y por lo tanto, de las que se dejan fotografiar sin demasiada dificultad.

Ambas son de un tamaño similar, más bien pequeñas, pero de un colorido llamativo y con un marcado dimorfismo sexual.

La primera es Sympetrun fonscolombi, pequeña libélula migradora, que en Marbella resulta relativamente común en estas fechas.

Sympetrum fonscolombi macho.

Sympetrun fonscolombi hembra.

La segunda es Trithemis annulata, también común aunque quizás menos que la anterior.

Tritemis annulata macho.

Trithemis annulata hembra.

Ambas especies son muy adaptables y poco exigentes en cuanto al hábitat, pudiendo incluso ocupar estanques artificiales, y viéndose en una gran variedad de ambientes.

Llegadas.

 

Ya entrado el mes de octubre comienzan a llegar los primeros invernantes que pasaran los meses próximos en nuestro medio natural.

Ya es muy notoria la presencia de curruca capirotada Sylvia atricapilla. Un ave que a pesar de mantener una población residente, en invernada resultan muy comunes, al sumarse a la población local aves que llegan desde más al norte.

Curruca capirotda macho

Lo mismo ocurre con el simpático Petirrojo europeo Erithacus rubecula, que también está llegando ya a sus zonas de invernada.

Petirrojo eurpeo

Y ayer mismo, detecté a mi primer zorzal común Turdus philomelos, otro invernante muy común en ambientes mediterráneos. Incluso creí ver algún Mosquitero común Phylloscopus collybita, pero como la observación no fue muy cercana, no me atrevo a afirmarlo con rotundidad.

Zorzal común.

Y todos estos que llegan, comparten protagonismo con los que todavía andan en plena migración, que aunque ya no es tan intensa como en semanas anteriores, sigue siendo notoria a estas alturas.