miércoles, 25 de mayo de 2016

Rabilarga

Macho ce Curruca rabilarga
Entre los más intricados de nuestros matorrales -sobre todo en aulagares y jarales- vive esta peculiar Curruca; la que posee una cola más larga en relación a su cuerpo, y de ahí su nombre de Curruca rabilarga Sylvia undata.
Ahora se encuentra en plena época reproductora, y los machos andan encelados cantando sobre su territorio, que es un trozo de terreno plagado de matorrales, donde se alimentan cazando pequeños insectos y arácnidos, y donde llevan a cabo la cría.





Viven en el sur de Europa (península ibérica, suroeste de Francia, Italia, y sur de Inglaterra) y en el noroeste de África. Su reducida área de distribución y su población, que para Europa se estima en poco más de 3 millones de parejas, la mayoría en Iberia, hacen que la especie esté incluida en el Anexo I de la Directiva de Aves.
Básicamente sedentaria, si se conoce que realiza movimientos en invierno, abandonando las zonas más frías hacia otras de mejor climatología.
En España, donde está bien distribuida por todo el territorio aunque con poblaciones más prósperas en la zona occidental, ha sufrido una notable regresión en las últimas décadas, llegando a rarificarse en muchos puntos.
En Marbella todavía se la puede encontrar asociada a etapas de degradación del monte mediterráneo, aunque mi impresión es que ha bajado notablemente su población desde hace unas décadas.  

martes, 17 de mayo de 2016

El más pequeño de los Correlimos.

Hace unos días que observé a esta pequeña ave limícola en una playa de nuestro término. El Correlimos menudo Calidris minuta, es una inquieta avecilla que cría en latitudes árticas de Eurasia y que inverna en África meridional el subcontinente indio, y en menor medida en algunos puntos del área mediterránea. En Nuestro país existen invernantes principalmente en las costas atlánticas andaluzas y el delta del Ebro.
En Marbella es posible verlo durante los pasos migratorios, aunque nunca es un ave abundante. Se estima que invernan no más de 18000 en el mejor de los casos en España y no tengo constancia de que ninguno lo haga en nuestras playas.

La más pequeña de nuestras aves limícolas, tiene a estas alturas todavía un largo camino hacia las lejanas tierras del norte de Europa, donde llevaran a cabo la cría, en apenas un mes, pues a finales de julio emprenderán de nuevo el camino hacia el sur.

lunes, 9 de mayo de 2016

Se fueron los Vencejos.

Vencejo común.
Al menos eso parece. Ya esta mañana no veo ninguno sobrevolando los cielos y ayer solo unos cuantos “valientes” aguantaban bajo la lluvia.
Los Vencejos -tanto el común, como el pálido que de ambos tenemos en nuestra ciudad-, son unos seres perfectamente adaptados a la vida aérea; a buen seguro que los mejor adaptados, pues son capaces de estar meses enteros en el aire sin bajar a tierra, realizando todas las actividades de su ciclo vital en el medio aéreo.
Pero cuando el mal tiempo se hace presente y persistente, no les queda más remedio que marcharse. Lo hacen para subsistir, porque la lluvia y otros factores meteorológicos adversos les impide alimentarse. Estas aves altamente especializadas en consumir aeroplacton (insectos de minúsculo tamaño que pululan por el aire) tienen poca defensa ante estas circunstancias adversas, pues sencillamente su alimento desaparece. Pero como magníficos voladores que son, no tienen problema en marcharse, -por lo general al norte de África- fuera de la influencia de las borrascas, donde permanecerán hasta que las condiciones cambien. Este hecho es conocido en ornitología como “fuga de tempero”.
Incluso si tienen ya pollos, éstos también tienen mecanismos para subsistir durante unos días sin ser alimentados por sus progenitores, entrando en una especie de “hibernación”, que reduce al mínimo sus constantes vitales.

Cuando la situación meteorológica vuelva a ser favorable regresarán de nuevo a nuestras ciudades y continuaran con su ciclo reproductor, aunque es posible que con algunas bajas, tanto entre los adultos como entre los jóvenes.

domingo, 1 de mayo de 2016

Escasa y amenazada libélula.

Macho de Oxygastra curtisii.
Hace unos días pude fotografiar a esta libélula escasa y amenazada cuyo nombre científico es Oxygastra curtisii, en un para je de Marbella. Aunque su protección legal es algo confusa, ya que en el Catalogo Nacional de Especies Amenazadas aparece como “sensible a la alteración de su hábitat”, categoria que es inferior a la de en peligro de extinción, que es con la que aparece en el Libro Rojo de los Invertebrados de España.
Esta reliquia de la era preglacial ocupa en la actualidad solamente España, Francia y algunas zonas del norte de Marruecos. Y no de manera continua sino bastante fragmentada, faltando en la mayor parte de Iberia y apareciendo solo en zonas de Andalucía, Galicia, Extremadura y Cataluña, con algunas otras poblaciones pequeñas y dispersas en el levante peninsular. Ha desaparecido de buena parte de centroeuropa, quedando solo poblaciones pequeñas y aisladas en algunos países como en Alemania e Italia.

En todo caso una joya alada que vive en algunos de nuestros cauces fluviales mejor conservados y que es un valor añadido a estos ecosistemas, tan maltratados por el hombre en los últimos tiempos.