Llegó la "milanada".

 

En la entrada anterior avisaba de la inminencia del comienzo de la migración postnupcial, sobre todo la de planeadoras. Y solo 4 días después ya es un hecho, y muy notorio por cierto.

Ayer fue uno de esos días de migración que no se olvidan. Los protagonistas, como era de esperar, los milanos negros Milvus migrans. Durante la mañana, concretamente entre las 11 y las 13 hrs pude contar casi los 800 ejemplares cruzando por Marbella. Y con seguridad que no fueron todos los que lo pasaron.

Milanos negros.

La inmensa mayoría lo hicieron sobre Sierra Blanca, unos más arriba, otros más abajo, pero casi todos buscando en esa zona tan masiva, las fuertes corrientes térmicas que se producen al calentar el sol el terreno y que les hace ganar altura y volar prácticamente sin esfuerzo, camino del estrecho.

Cigüeña blanca.

Algunos -unos pocos- si que se dejaron ver en plena urbe y también un par de cigüeñas blancas Ciconia ciconia, otra de las especies esperadas por mi estas fechas.

Esto no ha hecho más que comenzar, y ya con unos números más que significativos para finales de julio. Hubiera sido más normal en agosto, donde es de esperar que tengamos más días como el de ayer. Siempre que el viento reinante sea favorable y no empuje a estas aves migratorias más al interior.

La esperada postnupcial.

 

Finales de julio es ya prácticamente inicio de la migración postnupcial. De aquí a unos días -si no está ocurriendo ya-, tendremos el increíble espectáculo migratorio al alcance de nuestros ojos.

Milano negro.

Sin duda las más espectaculares aves migratorias -al menos a mi entender- son las planeadoras. Cigüeñas y rapaces constituyen este grupo de aves muy vistosas durante sus periplos migratorios, tanto por su tamaño (resultan fácilmente visibles) como por los números que pueden llegar a verse en sus grupos migratorios.

No son las únicas, por supuesto, pequeños paseriformes también están a punto de iniciar su viaje hacia el sur en pocos días. Eso si, serán la avanzadilla, porque el proceso se sucederá durante algunos meses más, pero la impaciencia por tener observaciones de estos incansables viajeros es ya notoria en mi ánimo.

Mosquitero musical.

Estamos pues en el inicio de este fenómeno natural anual que concita el interés de miles de observadores. Y está a punto de comenzar.

Escribano soteño, escaso reproductor.

 

El escribano soteño Emberiza cirlus, es un pájaro de bello colorido -sobre todo el macho- y un singular canto muy característico.

Es fundamentalmente sedentario, si bien durante la invernada se observan más ejemplares, lo que parece indicar que hay un cierto movimiento, al menos altitudinal, que nos trae algunos ejemplares más. Porque la verdad es que como reproductor es un pájaro escaso y localizado en nuestro término.

Macho.

Gusta de zonas con arbolado disperso, sotos fluviales, incluso algunos parques no muy metidos en la urbe.

Es de distribución fundamentalmente circunmediterránea y en Iberia está bien distribuido, aunque como reproductor falta en amplias zonas, sobre todo del sur.

Hembra.

Su tendencia parece ligeramente negativa y está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, ya que como he dicho antes, aunque esta bien distribuido, no es ni mucho menos un pájaro muy frecuente.

Aguililla calzada más urbana.

 

Ya desde hace unos años detecto la presencia de aguililla calzada Aquila pennata haciendo incursiones en el medio urbano. De hecho lo he comentado en algunas entradas de este blog en ocasiones anteriores. Pero recientemente estas observaciones van a más, y en más puntos, lo que parece indicar que estas “incursiones” son cada vez más frecuentes.

Posiblemente las poblaciones de palomas tengan mucho que ver en este comportamiento de una rapaz forestal, que no esperaba ver con tanta asiduidad en la ciudad.

Por supuesto que no es bienvenida por algunas aves urbanitas. Cernícalos y gaviotas patiamarillas suelen acosarla rápidamente. No quieren a un predador tan solvente en su territorio.

Es una migrante transahariana, pero con poblaciones invernantes e incluso residentes en Iberia. De hecho en nuestra provincia no falta en todo el año, hecho ese conocido ya desde finales del siglo XIX, aunque parece que cada vez hay más individuos en invernada.

Presenta dos morfos, uno claro y otro oscuro, incluso algún ejemplar intermedio, y puedo confirmar que ambos han pasado por mi barrio. O dicho de otra manera, al menos 2 ejemplares distintos es seguro que se dejan ver en sus exploraciones urbanas en busca de alguna presa.

Adaptado a la urbe.

 

El herrerillo capuchino Lophophanes cristatus es un inquieto habitante de las zonas arboladas que resulta inconfundible con su larga y afilada cresta.

Vive en gran parte de Europa y en España su distribución está fragmentada y aparece sobre todo allí donde las masas de coníferas están presentes, si bien también ocupa otro tipo de formaciones arboladas. Es por lo tanto un ave típicamente forestal.

Y dado que el arbolado está presente en las ciudades, pues allí lo podemos encontrar sin demasiada dificultad. En nuestro término es, si no abundante, bien repartido en los hábitats apropiados, incluyendo el urbano. Y no solo en parques y jardines. Se deja ver con cierta asiduidad en el arbolado a pie de calle, siempre moviéndose inquieto entre las ramas a la busca de pequeños insectos y arácnidos que son la base de su dieta.

No presenta movimientos migratorios relevantes y se le considera un ave residente, si bien si puede realizar algunos movimientos de corto alcance.

Como el resto de los páridos cría en huecos en los árboles, y este es uno de sus principales problemas de conservación, al no encontrar estas oquedades en el arbolado actual. Pero lo intenta solventar adaptándose a otras oquedades alternativas.

Chorlitejo chico, un reproductor en vías de desaparición.

 

El chorlitejo chico Charadrius dubius, es una pequeña limícola que antaño era bastante frecuente en nuestros ríos y en arenales costeros, pero que al menos como reproductor, está desapareciendo en nuestro término.

El mal estado que presentan los cauces, tiene mucho que ver en esta rarefacción cuando no desaparición, como especie reproductora. Al menos yo personalmente he dejado de verlos reproducirse, salvo que alguna pareja me haya pasado desapercibida.

Como reproductor se encuentra en buena parte de Eurasia e inverna en África occidental, si bien en nuestro país hay pequeñas poblaciones que son residentes, y de hecho en nuestra localidad, al menos hace unos años, no era raro verlos también en invierno.

Su anillo ocular amarillo lo hace inconfundible y es una de las pocas limícolas que crían en Iberia, donde suele recorrer las orillas de masas de agua en busca de pequeños invertebrados que constituyen su alimento. Al criar en el suelo, en zonas de grava o guijarros en las orillas, son muy sensibles a la presencia de perros, gatos e incluso ratas, que suelen depredar sobre huevos y pollos y que provocan su fracaso reproductor.

Vencejo común.

Suelo a menudo hacer entradas sobre los vencejos, pues son aves urbanas, fáciles de detectar y con un comportamiento realmente sorprendente. Pero en la mayoría de las entradas el protagonista es el vencejo pálido Apus pallidus. Esto tiene una explicación: es el que tengo más cercano. El que se mueve por mi barrio de Marbella, e incluso el que tengo anidando en mi persiana.

Sin embargo el vencejo común Apus apus es el protagonista de hoy. Ya le tocaba.

Este magnifico volador, es el vencejo europeo que más sube en latitud, y ocupa casi toda Europa. Inverna en África meridional y suele llegar a finales de marzo a Europa. En el Libro Rojo de las Aves de España se le considera como “vulnerable” pues según los datos obtenidos en los programas de seguimiento, la disminución de su población está cercana al 40% en dos décadas. Figura en el Listado de Especies Silvestres en Regimen de Protección Especial. Por lo tanto es un ave estrictamente protegida.

Las causas posibles de su declive son variadas. Desde la destrucción de sus lugares de cría, normalmente edificios en plena ciudad, por obras de rehabilitación u otras causas, hasta el uso masivo de pesticidas en el medio agrario sobre todo, que incide directamente sobre sus presas.

No son fáciles de distinguir nuestros dos vencejos urbanos. Existen pequeñas diferencias entre ellos, como la mancha gular, más pequeña en el común, la coloración más oscura e incluso en el reclamo que emiten, pero resulta difícil en ocasiones distinguirlos si la observación no es muy cercana o se les escucha nítidamente. Además en ocasiones suelen criar en colonias mixtas con sus parientes los pálidos, y entonces la confusión es más probable.

En Marbella, aunque mucho menos numeroso que hace unas décadas es un típico habitante del medio urbano. Siendo más frecuente en el casco histórico según mis observaciones, pero igualmente también se puede encontrar en los barrios.