Invernante irregular.

 

Desde hace unos días se están viendo en un punto de la costa de Marbella dos ejemplares de serreta mediana Mergus serrator.

Esta anátida singular, con el pico aserrado -de ahí el nombre-, cría en latitudes muy norteñas de Europa, Asia y América. Los ejemplares que se reciben, siempre de forma escasa y con fluctuaciones interanuales, no son demasiados; puede que sobre el millar en las costas ibéricas.

Se alimenta de peces, que pesca zambulléndose en repetidas ocasiones a no demasiada profundidad en el mar. También puede aparecer en humedales interiores, pero más escasamente.

Ya tuvimos algún ejemplar, al menos en dos años en la última década, pero su presencia es irregular en nuestra costa, con años en los que no se detecta y algunos en los que aparece para deleite de los observadores, ya que como queda dicho, es una especie invernante escasa, sobre todo en el Mediterráneo.

Encuentros con el ratonero.

 

El busardo ratonero Buteo buteo es una rapaz mediana de tamaño y de apariencia robusta.

Vive todo el año en nuestra zona, y se reproducen en nuestro término algunas parejas, pero en invernada se reciben ejemplares de procedencia más norteña, que incrementan notablemente las observaciones. Es difícil de decir de donde proceden, porque aunque se reciben ejemplares extraibéricos, también hay movimientos de corto alcance, donde aves que se reproducen en zonas de montaña, se refugian en invernada en lugares más atemperados.

Estos días pasados he tenido varios encuentros con esta ave de presa en diferentes puntos, lo que parece indicar precisamente que ahora hay más.

En España mantiene una buena población reproductora -que es básicamente sedentaria-, llegando a ser en muchas regiones el ave de presa más común. Su dieta es variada, pero los micromamíferos parecen ser su presa favorita. Si bien es cierto que llega a consumir desde insectos, hasta algunas aves de mediano tamaño.

Siguen aumentando.

Puede parecer un poco repetitivo, pero es que es un hecho que se está constatando día a día: la cotorra de Kramer cada día es más numerosa en Marbella.

 Considerada como especie "invasora", resultan muy gregarias y ruidosas, y aunque es difícil cuantificar su población a nivel local, me atrevo a afirmar que hay más de un centenar de ejemplares en libertad en nuestro término. Y seguramente me quedaré corto.

Sin ir más lejos, ayer había más de 50 ejemplares en un parque de nuestra ciudad, y por otras localizaciones donde se con seguridad que se encuentran, creo que son mas de un centenar las que tenemos.

Se alimentan de casi todo (aceitunas, dátiles, bellotas, etcétera) y no parecen tener enemigos naturales, por lo que lo previsible es que sigan aumentando en número.

Cormorán grande. Un invernante singular.

 

El cormorán grande Phalacrocorax carbo es en nuestra provincia , un invernante bastante común, tanto en costas como en aguas interiores. Desde mediados del mes de septiembre llegan ya a nuestras costas, ríos y embalses estas grandes aves ictiófagas. Las invernantes que llegan a Iberia proceden de la población europea y a dos subespecies: carbo y sinensis, siendo esta última la que inverna en nuestra zona y que procede del centro y norte del continente europeo, aunque la especie tiene una distribución prácticamente cosmopolita.

Esta presencia es muy notoria desde aproximadamente mediados de los ochenta de la pasada centuria. En décadas precedentes era un invernante más bien raro en nuestro litoral. 

No suele permanecer mucho más tiempo en el agua que el estrictamente necesario. Al contrario que otras aves acuáticas y marinas, sus plumas no resultan tan impermeables, lo que es una ventaja a la hora de sumergirse y bucear, pero le obliga a salir a tierra para secarse. Es una imagen muy característica del cormorán el verlo posado sobre un árbol, roca, poste o similar con las alas extendidas para llevar a cabo este secado y dejar de nuevo las alas listas para volar.

Para dormir se agrupa en dormideros comunales, ya sea en árbol -mayoritariamente en éstos- o en otro soporte; procurando evitar a posibles predadores, estableciendo un “anillo” de seguridad de agua alrededor del lugar elegido. Durante el día también se pueden ver grupos más o menos numerosos en lugares que utilizan para descansar, después de haber cubierto sus necesidades alimenticias.

Alcas a mogollón.

 

Se siguen viendo ejemplares de estas magníficas aves marinas por Marbella, tanto en puertos como en plena costa. El alca común Alca torda, es un ave con una apariencia singular, que recuerda a la de los pingüinos.

Se está detectando una entrada poco usual de estas aves a través del estrecho de Gibraltar hacia el Mediterráneo.

Aunque es normal ver en las costas de Cádiz y Málaga estas aves de manera habitual durante la invernada, aunque con fluctuaciones anuales; que lleguen tan al norte como lo están haciendo este año, no es tan normal. Otro hecho que me ha llamado la atención es que normalmente en nuestra costa se suelen ver ejemplares inmaduros, generalmente procedentes de la población que se reproduce en las Islas Británicas, pero este año también se están viendo adultos.

Adulto

Parece ser que las condiciones meteorológicas reinantes en latitudes altas de Europa, es la causa de esta “masiva” llegada de alcas a nuestro mar. 

Alcatraces y alcas.

 

Las aves marinas suelen ser a menudo difíciles de observar desde la costa. Pero no siempre es así y ayer fue uno de esos días.

Ante las observaciones de alca común Alca torda que están teniendo lugar en la costa de nuestra provincia, me dirigí al puerto pesquero a probar suerte. Y efectivamente allí estaban.

Pero además me llevé la sorpresa de ver como un buen número de alcatraces atlánticos Morus bassanus, pescaban a escasos metros de la costa. Seguramente había un gran banco de peces en la zona.

alcatraz atlántico adulto

Los había de todas las edades: adultos, de primer invierno, subadultos. Y no paraban de zambullirse como auténticos proyectiles en busca de alimento. Hubo momentos que se juntaron más de una decena de ejemplares.

alcatraz atlántico inmaduro

Ambas especies son estrictamente invernantes en Marbella, y realizan aquí todo su ciclo biológico en el mar, no pisando tierra firme. Incluso pueden beber el agua del mar, hecho este que se repite en el resto de las marinas pelágicas.

Unos seres alados increíbles, que ahora tenemos la suerte de poder observar con algo de suerte, en un paseo por puertos y costas.

Gitanilla.

 

No es muy grande, pero su llamativo colorido si que llama la atención.

Estos días de finales de noviembre estoy viendo bastantes ejemplares de Utetheisa pulchela, más comúnmente denominada como gitanilla o nomeolvides.

Es un lepidóptero de la famila Erebidae, muy extendido por gran parte de Eurasia, África y Australasia.

Muy común en entornos urbanos o semiurbanos, ya que sus plantas nutricias suelen encontrase en entornos degradados, muy frecuentes en estas zonas.

¿Migrantes?.

 

Ayer se vieron pasar sobre nuestro municipio 3 ejemplares de cigüeña negra Ciconia nigra. Esto si hubiera ocurrido durante septiembre y hasta bien entrado octubre, no sería nada fuera de lo normal, pero a 20 de noviembre, cuando menos es inusual.

La dirección de vuelo era claramente hacia el W -la dirección propia de la migración potsnupcial-, pero no podemos estar del todo seguro si eran migrantes -algo retrasadas, pero camino de África-, o bien eran ejemplares que invernan en el sur ibérico y que se mueven de cuando en cuando entre zonas de alimentación. De hecho en nuestra provincia existe al menos un punto donde año tras año pasan el invierno un grupo de estas “damas negras”.

Sea como fuere, fue una sorpresa agradable ver a estas 3 aves tan escasa y amenazadas por el cielo de Marbella.

Invernantes comunes, y escasos.

 

Cuando ya avanza el mes de noviembre hacia su mediación, van asentándose en nuestro medio natural las aves invernantes.

Hoy destaco a dos especies que son los invernantes más numerosos, y a otro que resulta de los más escasos.

La curruca capirotada Sylvia atricapilla es posiblemente el ave más común durante estos meses otoñales e invernales. Ocupan una gran variedad de hábitats, con preferencia por zonas arboladas. Resultan también muy frecuentes en zonas urbanas.

El pequeño mosquitero común Phylloscopus collybita, es posiblemente el segundo pájaro más frecuente en invernada. También muy común en zonas urbanas, es bastante dependiente del arbolado. su discreta coloración y pequeño tamaño puede hacerle pasar desapercibido, pero como dije antes, suele ser bastante común y muy extendido en estas fechas.

Sin embargo el pinzón real Fringilla montifringilla, es un pájaro escaso como invernante en Marbella. De hecho hay años, que no he llegado a detectarlo invernando. En paso migratorio si resulta más común, pero en todo caso su observación en nuestro término es siempre bienvenida, por el escaso número de estos fringílidos norteños que ocupan nuestro medio natural.

Esta semana pude observar a uno de ellos, y veremos si vuelvo a ver alguno durante los próximos meses.

Proeza migratoria: vanesa de los cardos.

 

Desde hace unas semanas, pero con mayor intensidad desde hace unos días, hay una oleada migratoria muy notable de esta bella mariposa, la vanesa de los cardos Vanessa cardui.

Ahora se dirigen al África tropical para pasar el invierno, y sus descendientes serán los que regresaran a Europa en primavera.

En los entornos urbanos se deja ver mucho, ya que gusta mucho de libar en algunas plantas de jardines y parques, como es el caso de la lantana.

No son aves, pero a su manera -en varias generaciones-, realizan movimientos migratorios de miles de kilómetros. Esta especie en concreto puede realizar viajes anuales -de ida y vuelta- de prácticamente 12000 Km. Una proeza que resulta incluso difícil de creer, pero que sucede año tras año.

Van llegando invernantes.

 

Terminando ya el mes de octubre, es lógico que los invernantes vayan llegando y asentándose en sus zonas de invernada.

Y es lo que ahora se detecta con cierta facilidad: la  llegada de aves invernantes.

curruca capirotada

Este año hay un notable número de currucas capirotadas Sylvia atricapilla. Este es a mi entender, el dato más llamativo de estos comienzos de invernada.

El mosquitero común Phylloscopus collybita, sin embargo está tardando un poco más en entrar, pero día a día también se detectan más.

mosquitero común

El petirrojo europeo Erithacus rubecula, presenta una invernada más o menos normal a esta alturas, pero su pariente el Zorzal común Turdus philomelos, todavía no parece muy numeroso. Y el bisbita pratense Anthus pratensis, otro pájaro muy frecuente en zonas llanas, apenas está empezando a entrar y no en gran número; hecho este bastante anómalo a mi entender.

petirrojo europeo

La falta de lluvias y las altas temperaturas, pueden tener algo que ver en estas “pequeñas” variaciones en los movimientos de las Aves.

Todo esto es mi impresión personal, que puede no ser del todo exacta.

La migración sigue.

 

Aunque la migración postnupcial de las aves que pasan el invierno al sur del Sáhara, está prácticamente finiquitada -salvo algunos rezagados-, continúa el movimiento de aves hacia el vecino continente.

Jilguero europeo

Ahora son mayoría las aves que sólo llegan al norte de África en su migración. Fringílidos (jilgueros, verderones, pardillos, etc), palomas torcaces, bisbitas, zorzales e incluso los majestuosos buitres leonados, se encuentran en pleno paso migratorio.

Zorzal común

Ya desde hace más de una semana detecto estos movimientos, pues estas aves presaharianas suelen volar durante el día y generalmente en bandos de magnitud variable, y por ello resulta un paso muy visible si se está atento.

Buitre leonado

 

Y no está siendo una migración muy “potente” porque las temperaturas y la ausencia de precipitaciones en buena parte de Iberia, hace que muchas de estas aves permanezcan todavía en zonas más norteñas, donde aún encuentran condiciones favorables. Si esta situación se prolonga en el tiempo, podemos tener un paso y una invernada bastante floja, pues las aves no son “empujadas” a marchar hacia el sur. Veremos.

Curruca rabilarga, escasa y localizada.

 

La curruca rabilarga Sylvia undata es un pájaro pequeño y dotado de una larga cola, habitante típico de matorrales mediterráneos de porte arbustivo. Aulagares, tomillares, jarales, jaguarzales y otros entornos arbustivos de escasa altura, son su hábitat preferido.

A menudo no resulta fácil de observar, pues se suele mover entre estos matorrales intrincados, pero su característico reclamo, que emite frecuentemente, permite localizarla.

Ocupa casi toda Iberia, islas del Mediterráneo, zonas del noroeste de África, algunos enclaves del suroeste de Francia e incluso el sur de Inglaterra.

Su tendencia poblacional es negativa. De hecho ya aparece en la categoria de “en peligro” en el reciente Libro Rojo de las Aves de España (2021). Esta disminución de efectivos la he notado en nuestro término en los últimos 15 o 20 años, aunque tengo que decir .-y es solo una impresión personal-, que en los últimos 2 o 3 años, noto cierto aumento de efectivos.

No realiza movimientos migratorios destacables, aunque durante el otoño e invierno parece notarse un aumento de población; probablemente esto obedezca a movimientos altitudinales o dispersivos de corto alcance. Es insectívora principalmente, pero también consume pequeñas bayas y frutos cuando los encuentra.

Como he dicho con anterioridad en Marbella es relativamente frecuente en matorrales ralos, desde las zonas dunares, hasta la media montaña. Nunca es abundante, pero suele estar presente en estos medios arbustivos que no suelen utilizar demasiadas especies aladas.

Dos libélulas de octubre.

 

Estas dos especies de odonatos no son las únicas que se dejan ver una vez ya iniciado el otoño climatológico, pero ciertamente suelen ser de las más comunes en estas fechas, y por lo tanto, de las que se dejan fotografiar sin demasiada dificultad.

Ambas son de un tamaño similar, más bien pequeñas, pero de un colorido llamativo y con un marcado dimorfismo sexual.

La primera es Sympetrun fonscolombi, pequeña libélula migradora, que en Marbella resulta relativamente común en estas fechas.

Sympetrum fonscolombi macho.

Sympetrun fonscolombi hembra.

La segunda es Trithemis annulata, también común aunque quizás menos que la anterior.

Tritemis annulata macho.

Trithemis annulata hembra.

Ambas especies son muy adaptables y poco exigentes en cuanto al hábitat, pudiendo incluso ocupar estanques artificiales, y viéndose en una gran variedad de ambientes.

Llegadas.

 

Ya entrado el mes de octubre comienzan a llegar los primeros invernantes que pasaran los meses próximos en nuestro medio natural.

Ya es muy notoria la presencia de curruca capirotada Sylvia atricapilla. Un ave que a pesar de mantener una población residente, en invernada resultan muy comunes, al sumarse a la población local aves que llegan desde más al norte.

Curruca capirotda macho

Lo mismo ocurre con el simpático Petirrojo europeo Erithacus rubecula, que también está llegando ya a sus zonas de invernada.

Petirrojo eurpeo

Y ayer mismo, detecté a mi primer zorzal común Turdus philomelos, otro invernante muy común en ambientes mediterráneos. Incluso creí ver algún Mosquitero común Phylloscopus collybita, pero como la observación no fue muy cercana, no me atrevo a afirmarlo con rotundidad.

Zorzal común.

Y todos estos que llegan, comparten protagonismo con los que todavía andan en plena migración, que aunque ya no es tan intensa como en semanas anteriores, sigue siendo notoria a estas alturas. 

La migración desde el balcón.

 

En esta época migratoria, cuando el paso postnupcial es muy evidente en Marbella, a menudo pueden verse muchas aves, incluso sin salir de casa.

Durante esta semana he dedicado un par de mañanas a esta actividad -observar aves desde el balcón- y no me ha ido nada mal. Y sólo he estado dos o tres horas por día.

Culebrera europea

Solo citaré aquí las aves planeadoras observadas -cigüeñas y rapaces-. Los paseriformes también se presentaron, pero en verdad, no fue muy destacable ni en número ni en variedad.

Las aves planeadoras observadas, sin entrar en números, que no fueron muy altos dadas las fechas, fueron:

Culebrera europea, Aguililla calzada, Abejero europeo, Cigüeña negra, Buitre leonado, Gavilán común, Águila pescadora y Aguilucho spp.

Aguililla calzada

Esto entre las consideradas como aves migratorias. Y siempre con el material óptico adecuado, que permite identificar especies a cierta distancia.

Culebrera en migración.

 

Estos últimos días de septiembre y todavía las próximas semanas, serán claramente días de paso migratorio, aunque poco a poco éste se irá atenuando.

Ya no se detectan esos grandes bandos de milanos o abejeros europeos, aunque algunos todavía pueden verse.

Pero aún así estamos en unas fechas muy propicias para la observación de otras planeadoras, como cigüeña negra, culebrera europea, diferentes especies de aguiluchos e incluso de águila pescadora, de la cual estoy teniendo noticias estos días de un notable paso, aunque no he tenido la suerte de toparme con ninguna. Y por supuesto los paseriformes también están en pleno paso. Ayer mismo detecté varios grupos de lavandera boyera, algunas collalbas grises y tarabillas norteñas.

Con la que si que tuve un encuentro ayer mismo fue con la majestuosa culebrera europea Circaetus gallicus, otra rapaz migradora transahariana, que estos días andan en pleno viaje.

No suelen formar bandos muy nutridos. Generalmente viajan solas o en pequeños grupos, pero verlas de cerca, como se paran a descansar durante unos minutos de su largo viaje hasta el África subsahariana, no tiene precio.

Primeros tridáctilos.

 

Que estamos en pleno paso postnupcial, ya lo he dejado claro desde hace prácticamente un mes, o incluso más. Pero es que también nos están llegando ya algunas de las aves que pasaran el invierno en nuestro medio natural.

Ayer sin ir más lejos ya pude contemplar a dos correlimos tridáctilos Calidris alba, con su típico correteo por una de nuestras playas. Alguna otra especie, plenamente invernante por aquí, también se dejó ver, caso del charran patinegro.

Pero centrándome en el “correplayas”, es un ave con una capacidad viajera como pocas. Desde latitudes muy norteñas -generalmente dentro del circulo polar ártico-, desciende ya durante el mes de agosto, hacia zonas más benignas para pasar el resto del año. Incluso pueden llegar a costas del sur de África.

El comportamiento migrador de esta pequeña ave limícola es complejo, con solapamientos entre poblaciones, pero en general parece que la que inverna en Europa, ha nacido en Groenlandia.

juvenil

Y pueden llegar a verse durante muchos meses al año en nuestras playas. De hecho tengo observaciones de algún ejemplar -que supongo migrante- a primeros de junio. Cuando ya a finales de agosto pueden estar de vuelta. Incluso algunos parece que no llegan a terminar el viaje al lejano norte por diversas causas, y pueden observarse durante la época que en teoría, no deberían estar aquí.

Una simpática avecilla playera, que a partir de ahora veremos con más asiduidad en el medio costero.

Colirrojo real, escaso migrante.

 

Al fin, hace unos días y en un parque de nuestra ciudad, pude observar a este precioso macho de colirrojo real Phoenicurus phoenicurus.

Es uno de los paseriformes migrantes más bellos que están de paso estos días, camino a sus cuarteles de invernada en el Sahel. Y no suelen resultar muy numerosas las observaciones de este pájaro migrador, ya que está en claro declive, tanto en España como en el resto de Europa y centro de Asia, donde lleva a cabo la reproducción.

En España se calcula que su población no es mayor a las 20000 parejas, algunas de ellas en nuestra provincia, en algunas de nuestras sierras más emblemáticas.

Necesita bosques maduros para llevar a cabo la cría, y éstos no abundan precisamente en los últimos tiempos. Esta parece ser una de las causas de su declive junto a la sequía y otras amenazas que encuentran en su zona de invernada.

Este pájaro forestal tiene categoría de amenaza por la UICN y también aparece como “vulnerable” en el Libro Rojo de las Aves de España, de ahí de la importancia que doy a la observación, pues aunque suelo verlos todos los años, nunca suelen verse demasiados en ambos pasos.

La escasa collalba negra.

 

En las fechas en las que nos encontramos, casi todas mis entradas versan sobre aves migratorias, ya que estamos en el pico del paso migratorio postnupcial. De hecho desde hace casi un mes vengo haciendo entradas sobre este fenómeno natural que tanto interés despierta en quienes nos movemos en este mundillo de emplumados seres.

Pero hoy traigo a esta entrada a un ave, que precisamente no puede considerarse migratoria, sino más bien todo lo contrario.

La collalba negra Oenanthe leucura es un ave básicamente sedentaria y territorial, aunque se sabe que las poblaciones más norteñas si que pueden realizar movimientos hacia el sur durante el otoño. También hay pequeños desplazamientos altitudinales en poblaciones más sureñas, pero en general es un pájaro que no realiza movimientos migratorios destacables.

Es uno de nuestro pájaros más exclusivos, ya que solo habita en zonas del noroeste de África y en Iberia. Y no es ni mucho menos un ave común, al menos en nuestra zona. En la zona levantina parece algo más numerosa, pero en todo caso la población global europea (España y Portugal) se cree que no sobrepasa las 15000 parejas.

En Marbella se encuentra en zonas de sierra Blanca, sobre todo en zonas de roquedo, que constituye su hábitat óptimo. Pero aunque estemos en el lugar más apropiado para ella, apenas alguna decena de parejas se pueden ver en nuestra sierra. Como dije con anterioridad, no es un ave abundante, ni mucho menos.

Ayer tuve la suerte de toparme con este ejemplar relativamente cerca y disfrutar un rato de sus idas y venidas, mientras emitía su canto territorial. 

Y llegaron.

 

En una entrada anterior (a la espera de los cerrojillos, la titulé), hablaba precisamente de que en unos días estos paseriformes serían muy comunes. Y así sucedió: desde hace unos días son multitud en las zonas arboladas.

Esta misma mañana, en un parque de nuestra ciudad, se les veía por todas partes, con su potente vuelo y su movimiento de alas cuando se posan, y a menudo, emitiendo su característico reclamo.

Y además de estos bonitos pajarillos norteños, otras especies de paseriformes están en pleno paso por nuestra localidad. Hoy eran muy numerosos los mosquiteros musicales, carriceros comunes y en menor medida currucas zarceras, currucas mosquiteras y algún ruiseñor común.

Carricero común

Estas especies suelen ser las más numerosas en los pasos migratorios y no he conseguido ver a algún otro, que se encuentran entre los más deseados -el colirrojo real, por ejemplo- pero todavía quedan por delante semanas de migración y hay posibilidades de observar a alguno de estos “ilustres” migrantes.