lunes, 25 de abril de 2016

Solitarios migrantes.

Alcaravan común.
Durante la pasada semana he tenido dos interesantes observaciones de aves estrictamente migrantes en Marbella y ambas, con categoría de amenaza en el Libro Rojo de las Aves de España, lo que puede dar una idea de lo escasas que se les considera en nuestro país.
La más significativa observación fue la de un ejemplar de Alcaraván común Burhinus oedicnemus, una singular ave parecida a una limícola, pero de hábitos esteparios. Prefiere zonas secas y con escasa vegetación, incluyendo cultivos, tanto de secano como de regadío. Se alimenta básicamente de insectos y suele tener una actividad crepuscular y nocturna, por lo que su observación no suele ser fácil. Es su singular canto, parecido a un maullido lo que delata su presencia con más notoriedad. De esta especie tengo constancia por testimonios de familiares, de que su presencia en Marbella era común allá por los años cincuenta del siglo pasado, cuando todavía existían en nuestro término campos de labor. En la actualidad solo en la parte más norteña de nuestra provincia está documentada su cría.

Como reproductor ocupa gran parte del sur del Paleártico, llegando hasta la India y evitando las zonas más septentrionales. En España ocupa aquellas áreas adecuadas y tiene un comportamiento migrador un tanto complejo, con poblaciones sedentarias , sobre todo las del sur, y migradoras las más norteñas.
Canastera común
La otra ave detectada en estos días ha sido una Canastera común Glareola pranticola, una singular especie de ave limícola, que se alimenta de insectos que caza en vuelo y que inverna en el África subsahariana, ocupando como reproductora latitudes templadas del Paleaártico. Es muy escasa como reproductora en Iberia, centrándose la mayor parte de ésta población en las marismas del Guadalquivir. En nuestra provincia solo unas pocas parejas llegan a criar en humedales interiores.

martes, 19 de abril de 2016

Ya llegaron.

Curruca mirlona.
Durante este pasado fin de semana por fin pude tener mis primeras observaciones de dos especies de currucas migradoras. La primera de ellas fue un ejemplar de Curruca mirlona Sylvia hortensis, la mayor de las que habitan en Iberia. Esta curruca de aspecto “serio”, nidifica en la cuenca mediterránea occidental e inverna al sur del Sáhara, entre Níger y Chad. Al contrario que otras especies de su género prefiere zonas arboladas aclaradas, siendo las dehesas de alcornoques y encinas los hábitats preferidos, aunque también ocupan olivares, pinares y otras formaciones de frutales. En España es común aunque falta en la región eurosiberiana y en gran parte del litoral mediterráneo, así como en zonas muy desforestadas. En Marbella su reproducción no es segura, según mis observaciones, pero pudiera ser que alguna pequeña población si que exista. En todo caso de momento la doy solamente como migrante.  
Curruca mosquitera.
La otra observación es la de un ejemplar de Curruca mosquitera Sylvia borin, otra curruca “atípica”, tanto por su morfología como por su comportamiento, más dado a vivir en arboledas y matorrales frescos. En España se reproducen en el tercio norte sobre todo, siendo sin embargo comunes en todo el centro y norte de Europa donde se reproducen. Luego pasan el invierno al sur del Sáhara en el África tropical, de donde ahora regresan.

viernes, 15 de abril de 2016

Flavissima y más..

Transcurre el mes de abril y continúa el paso de paseriformes migrantes por nuestra localidad. Hace unos días localicé a un pequeño grupo de Lavandeas boyeras, y entre ellas un ejemplar macho de la subespecie flavissima, de procedencia británica. Esta bonita subespecie que como he dicho cría en las Islas Británicas, se movia por un campo de golf como sus compatriotas humanos, en busca de pequeños insectos con los que alimentarse. Realizan estas paradas durante su viaje migratorio para reponer fuerzas y continuar el viaje hacia el norte.
Tambien ha sido muy notable la llegada de Currucas carrasqueñas Sylvia cantillans y Currucas tomilleras Sylvia conspicillata, dos típicas habitantes del matorral mediterráneo y las más visibles Collalbas grises Oenanthe oenanthe. Algún que otro Colirrojo real ha completado mis observaciones de aves migrantes durante la semana.

Todavía no he podido localizar a algunas migrantes, que en teoría ya deberían estar pasando, pero que a día de hoy se me resisten (currucas zarcera, mirlona, mosquitera y tarabilla norteña). Esperemos que en los próximos días se dejen ver estas aves viajeras como sucede en estas fechas primaverales, año tras año.

domingo, 10 de abril de 2016

Semana de migrantes.

Abejaruco
Durante esta semana la migración prenupcial ha sido intensa. Destacable los numerosos bandos de Abejarucos Merops apiaster. Este bello pájaro de colores brillantes migra en grupos de varias decenas de individuos y emiten su singular reclamo en vuelo, lo que los hace detectables con facilidad aunque no siempre son fáciles de ver, pues a menudo vuelan bastante alto.  













Collaba gris.



Mucho más discreto es el paso de algunos paseriformes que he observado en sus paradas durante el largo periplo migratorio. Las Collalbas grises Oenanthe oenanthe se dejan ver sedimentadas en playas y en otros paisajes, siempre con poca vegetación.
Sin embargo las Currucas carrasqueñas y tomilleras, son más dificiles de detectar, pues suelen moverse en matorrales. Aún así esta semana he visto varios ejemplares de estos dos bellos pajarillos, típicos habitantes del monte mediterráneo.
También durante los pasados días vi mi primer Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus. Ave con poblaciones en declive en toda Europa y que en sus viajes migratorios tenemos la oportunidad de observar en Marbella.
Las próximas semanas es previsible que este paso continúe en máximos y depare interesantes observaciones,








Curruca tomillera.

martes, 5 de abril de 2016

El fantasma del matorral.

El Ruiseñor bastardo Cettia cetti –ahora llamado Cetia ruiseñor-, es uno de esos pequeños habitantes de las malezas más espesas, que apenas podremos ver, si no es en uno de sus fugaces vuelos, pero que en cambio oiremos muy a menudo en riberas y sotos fluviales así como en otros matorrales frescos y densos. Estos hábitats de vegetación palustre y de ribera constituyen su medio idóneo y en él busca su alimento consistente en pequeños invertebrados.
Este pequeño pájaro no realiza movimientos migratorios y permanece ligado a su territorio todo el año, escuchándose incluso en pleno invierno su potente y repetitivo canto, destinado a advertir de su presencia y a reclamar la propiedad del territorio.
De distribución circunmediterránea vive en el sur de Europa, noroeste de África y próximo oriente, llegando incluso hasta Afganistán y el Turquestán.
En España se encuentra bien distribuido, aunque con densidades desiguales, siendo común en los grandes valles fluviales y más escaso en el resto, llegando a faltar en las zonas más secas del sureste ibérico.

En Marbella es común, siendo incluso un habitante de parques y jardines, siempre que presenten matorrales densos, y de todas las zonas con abundancia de malezas (zarzas, cañaverales, etc).