sábado, 27 de abril de 2024

La montesina.

 

La cogujada montesina Galerida theklae es un aláudido que en Europa solo vive en Iberia, las Baleares, y en una pequeña cantidad en el sur de Francia, casi de manera testimonial. También se encuentra en el norte de África, llegando hasta el Sahel.


En la península Ibérica ocupa de manera discontinua, casi todo el territorio, rarificándose mucho en el tercio norte, ya que es una especie de tendencia termófila.

Como el resto de los de su familia, es básicamente un habitante de medios abiertos: matorrales, herbazales y formaciones arbóreas abiertas. Se alimenta de semillas y los complementa con pequeños invertebrados, que busca siempre andando sobre el terreno con escasa vegetación.

Es sedentaria, apenas realiza movimientos y suele ocupar la misma zona, o alguna cercana todo el año.


En Marbella se puede decir que sin ser muy común, pues no disponemos de mucho hábitat adecuado, tampoco falta de los puntos en los que es de esperar que esté. De hecho hace unos días en una zona de matorral bajo detecté varias de ellas, ahora en plena reproducción, cuando resulta más fácil detectarlas por sus cantos territoriales. Es una tendencia general a nivel de España, que parece que hay un ligero incremento de su población y a mi entender en nuestra localidad también se cumple.

No es un pájaro colorido, pero si que posee un canto llamativo que ahora emite con fuerza subida a algún matorral o árbol. Es lo que tiene encontrarnos en época de celo.

sábado, 20 de abril de 2024

Lavandera cascadeña: reproductora urbana.

 

La lavandera cascadeña Motacilla cinerea es la más estilizada de las de su familia, sobre todo por su larga cola que balancea constantemente mientras se desplaza por torrentes, arroyos y otras masas de agua, en busca de alimento, fundamentalmente pequeños insectos que viven en estos entornos húmedos.


En Marbella, sin llegar a ser muy frecuente, ha llegado a colonizar zonas urbanas, siempre que tengan agua, incluyendo parques.

Llegan a criar con éxito en ellos -según he podido comprobar – y sin ser abundantes, se detectan en casi todos los lugares con algo de agua. Es más, pueden llegar incluso a reproducirse en casi cualquier parte, incluyendo edificios, siempre que exista alguna zona con agua cerca.


Parece ser que se reciben ejemplares de zonas norteñas en invernada, pero fundamentalmente es un ave sedentaria, que al menos en Iberia se encuentra todo el año. Tampoco es muy exigente en cuanto a la calidad del agua, lo que le abre muchas posibilidades de encontrar hábitat adecuado.


En días pasados he encontrado al menos dos parejas con éxito reproductor en nuestro término. Y no es poco, dado el estado penoso de nuestros ríos, arroyos, etc, pero aún así se abren paso y no resulta raro verlas ya en plena urbe.

martes, 16 de abril de 2024

Alegría multicolor.

 

Pues si, me llevé la alegría ayer de ver que una de las escasas colonias de cría de Abejaruco común Merops apiaster que nos quedan en Marbella, no solo permanece, si no que parece haber aumentado de número de parejas.


Esta bellísima ave multicolor, era mucho más abundante en nuestro término hace un par de décadas e incluso antes. Ahora está muy localizado y se encuentra en bajo número.


A nivel de España también parece estar en regresión, en general debido a causas humanas, que suelen ser las mismas que acucian a otras especies insectívoras.


El Abejaruco es un experimentado cazador de todo tipo de insectos de tamaño más bien grande, al vuelo. La disminución de las poblaciones de sus presas y la falta de taludes, donde construyen sus nidos excavando un túnel, parecen ser las causas de este declive, que aunque no muy acusado a nivel general, existe sin duda.


Acaban de llegar desde el África subsahariana donde pasan el invierno y ahora están estableciendo sus colonias de cría. Aunque es un ave gregaria, también puede llegar a criar en solitario y llenan con su inconfundible reclamo y su espectacular coloración, nuestros campos en primavera y verano.

viernes, 12 de abril de 2024

Lagartija colirroja.

 

La lagartija colirroja Acantohodactylus erithrurus es una habitante típica de espacios con escasa vegetación y muy soleados. Las zonas dunares son un buen ejemplo de su hábitát óptimo, aunque no el único.

En Marbella es fundamentalmente habitante de ecosistemas dunares, pero puede encontrarse en otras zonas con un alto grado de aridez.


Se distribuye por la península ibérica y zonas del norte de África, si bien en Iberia prefiere las zonas del Mediterráneo y se va rarificando según ascendemos en latitud, salvo en aquellos puntos donde encuentre condiciones adecuadas.

De alimentación insectívora (también consume pequeños arácnidos), no suele ser fácil de ver a pesar de su preferencia por espacios abiertos. Cuando detecta la presencia del ser humano corre a gran velocidad a ponerse a salvo bajo algún pequeño matorral o similar.


A nivel nacional, aparentemente no tiene problemas graves de conservación, pero si que su población parece haber descendido y además se puede estar fragmentando.

A nivel local yo noto este declive poblacional. Hace unos años era mucha más frecuente que ahora, donde se encuentra relegada casi exclusivamente a los pocos espacios dunares que sobreviven, y poco más.

Puede llegar a medir más de 22 cm, incluyendo la cola y tiene una coloración variable, dependiendo del sexo y la edad.

Es sin duda, por su escasez y restringida área de distribución una de nuestra “joyas” naturales, que deberíamos proteger a todas costa, protegiendo su hábitat principal: las dunas costeras.