martes, 7 de diciembre de 2021

Hirundinido invernal.

 

El avión roquero Ptyonoprogne rupestris, es el único hirundinido que puede verse todo el año en Iberia. Y no porque no haga movimientos migratorios, que los hace, sino por que su comportamiento como migrador es complejo. En otoño se desplaza desde las zonas de montaña, hacia costas, humedales y entornos urbanos a pasar el invierno. Hay algunos que cruzan al norte de África, e incluso la península acoge aves procedentes de países más norteños.

Se distribuye por latitudes medias de Eurasia, siendo la cuenca mediterránea su principal bastión en Europa y llegando por el este hasta China.

Como sus parientes cercanos -aviones y golondrinas-, se alimenta de pequeños insectos (moscas, mosquitos, etc,) que caza en vuelo, y se suele ver muy afectado por condiciones climáticas adversas que persistan en el tiempo, ya que esto hace que su alimento no se encuentre disponible. A pesar de ello es capaz de mantenerse todo el invierno en Iberia, aunque en ocasiones sufre numerosas bajas por lo anteriormente dicho.


En nuestra ciudad es un ave relativamente frecuente en zonas del casco urbano, y puede llegar a formar dormideros de varias decenas de ejemplares en algún edificio, siempre en época de invernada. Durante la época de reproducción -primavera y verano- su presencia en Marbella es escasa, pero llega a criar en algunas infraestructuras como puentes, presas... y algunas parejas se dejan ver por la sierra, donde crían en huecos o grietas en las rocas, construyendo un nido similar al de su pariente la golondrina común.


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