Otro paseriforme común durante ambos pasos migratorios en nuestra localidad es la curruca zarcera Sylvia communis.
Al igual que ocurre con otras especies, esta curruca resulta muy común en gran parte de Europa, si bien en la península ibérica su distribución es más dispersa. Puede llegar a ser relativamente frecuente en gran parte del tercio norte, mientras en la mitad sur se acantona en zonas montañosas frescas. En Sierra Nevada existe una población reproductora estable, y en algunas de las sierras malagueñas no es descartable su presencia ocasional como reproductora.
En el continente europeo es típica en ambientes de mosaico. Zonas con arbolado, prados, matorrales, sotos...
Se alimenta de insectos y algunas bayas y frutos, como prácticamente todas las currucas.
Evidentemente un ave tan común en el viejo continente -puede que su población supere los 20 millones de parejas-, genera un paso que no pasa desapercibido. Porque la curruca zarcera es una migrante transahariana, cuya población europea pasa el invierno en latitudes por debajo del Sáhara. Incluso llegan hasta Sudáfrica.
En ambos pasos -prenupcial y postnupcial- no resulta difícil observar a este bonito pájaro que en nuestra localidad es estrictamente un migrante; que puede verse durante unos 4 meses al año durante sus viajes migratorios, y que precisamente en estas fechas se dirige a sus cuarteles de invernada.
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