lunes, 2 de junio de 2014

Últimos coletazos migratorios.

Aunque ya hemos entrado en el mes de junio, continúa aunque con menor intensidad, el movimiento migratorio de aves hacia sus lugares de cría.
Ayer mismo una Curruca mosquitera Sylvia borin cantaba sobre un árbol en una urbanización de nuestra ciudad. Y es que durante estos periplos migratorios, cualquier lugar es bueno para realizar observaciones de estos viajeros, ya que pueden llegar a verse en zonas que a priori no parecen adecuadas su biología.

Correlimos tridáctilos en plumaje nupcial
Un nutrido grupo de unos 15 Correlimos tridáctilos Calidris alba, hicieron una breve parada en la playa de Guadaiza para descansar y refrescarse un poco. Lucían ya un vistoso plumaje nupcial, muy distinto del que ostentan durante el invierno, cuando recorren nuestras playas en busca de alimento. Ahora con sus mejores galas se dirigen a la tundra ártica para llevar a cabo la cría de manera bastante rápida, ya que en apenas un par de meses regresaran a las costas ibéricas y africanas a pasar el resto del año.

En el mismo lugar había tres ejemplares de Chorlitejo grande Charadrius hiaticula, una limícola también con efectivos invernantes en el sur ibérico y que ya se dirigen a latitudes algo menos norteñas que los anteriores, ya que crían en buena parte de las costas europeas, salvo en las ibéricas.
Son quizás los últimos movimientos migratorios prenupciales y de aquí a unos días cesará este flujo de aves hacia el norte, aunque en apenas un mes comenzarán a notarse los primeros movimientos en sentido inverso de algunas de las aves más tempraneras en su reproducción.


Macho en plumaje nupcial de
Chorlitejo grande.

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