martes, 3 de mayo de 2022

Aves urbanas. Unas más y otras menos.

 

El término aves urbanas puede resultar en ocasiones un tanto laxo. Desde el el medio urbano pueden observarse un buen número de aves, pero no todas deberían considerarse ”aves urbanas” en sentido estricto.

Gorrión común, posiblemente el más popular entre las aves urbanitas.

Muchas de ellas ocupan el medio natural, a menudo en zonas adyacentes a la ciudad propiamente dicha, y hacen incursiones de mayor o menor alcance. Otras como por ejemplo las aves ligadas a medios arbolados, pueden desarrollar una parte de su ciclo vital en parques, jardines o zonas arboladas urbanas, pero suelen moverse bastante. Incluso pueden llegar a criar en estas pequeñas “islas” verdes en plena ciudad, pero yo no las considero cien por cien urbanas en la mayoría de los casos.

Gaviota patiamarilla.

La gaviota patiamarilla Larus michaellis se ha convertido de un tiempo a esta parte, en una de las representantes más genuinas de las más urbanas de entre las especies aladas. Aunque evidentemente puede aparecer en otros entornos, una población cada vez mayor se encuentra íntimamente ligada a medios altamente humanizados. Crían en los edificios, y se alimentan en gran parte de los desechos que generamos los humanos, aunque lo complementan con una gran variedad de materia, tanto vegetal como animal.

Vencejo pálido.

Otro típico representante de este grupo “urbanita” son los vencejos. Tanto el vencejo común Apus apus, como su pariente el vencejo pálido Apus pallidus, son fácilmente observables en pleno casco urbano, ya que sitúan sus colonias de cría en edificios, y aunque para alimentarse pueden desplazarse bastante distancia, suelen permanecer bastante tiempo en plena ciudad durante los meses que permanecen en Europa.

Aguililla calzada.

De entre las “ocasionales” las hay de distintas familias. De entre las rapaces últimamente detecto en muchas ocasiones, incursiones de algunas de ellas. Es el caso del aguililla calzada Aquila pennata, que de un tiempo a esta parte veo casi a diario surcando el cielo de nuestra ciudad, probablemente atraída por la abundancia de palomas y otras aves, que pueden llegar a convertirse en sus presas.

Por lo tanto concluyo que una buena parte de las aves que viven en nuestra zona, son observables desde la propia ciudad, a poco que nos fijemos y levantemos la mirada en busca de estos habitantes alados.


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