sábado, 14 de marzo de 2015

Lavandera cascadeña.

Uno de los habitantes alados más comunes de nuestros cursos fluviales es la Lavandera cascadeña Motacilla cinerea, la más estilizada de las lavanderas ibéricas. Especie típica de arroyos y torrentes de corriente rápida, es una especialista en la búsqueda de pequeños insectos que busca caminando por las márgenes y piedras. Muy característico de esta especie es el balanceo de su larga cola, que la hace inconfundible al observador.
Vive todo el año en su territorio y además realiza pequeños movimientos transhumantes desde las zonas de alta montaña a otras más benignas climáticamente. Incluso se conoce que algunas cascadeñas del centro de Europa se dirigen en otoño a países del sur para pasar el invierno.
En Marbella es común, pero no abundante, debido probablemente a la escasez de hábitat adecuado por el mal estado en el que se encuentran nuestros cauces.
Su distribución mundial abarca latitudes templadas de Eurasia, aunque de forma fragmentada, al igual que ocurre en Iberia, donde como reproductora falta en buena parte de las mesetas y el levante.
El macho (foto) presenta en está época un vistoso plumaje con un babero negro muy llamativo y ahora se dedica a emitir un canto repetitivo de cortas estrofas, que pretende delimitar su territorio, que en esta época, defiende de otros machos. Y es que ahora se encuentran en plena época reproductora. Anidan construyendo un nido a base de musgo, hierbas y ramas que instala en alguna grieta o hueco cercano al tramo fluvial que ocupa.
No se la considera una especie amenazada en España, pero lo cierto es que no es ni mucho menos abundante, y cada vez resulta un poco más raro ver a estas bellas y estilizadas aves fluviales recorrer nuestros ríos y arroyos.

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