Transcurrida ya buena parte de agosto, la migración postnupcial está ya plenamente activa. Son ahora las aves planeadoras las que más llaman la atención, con días de paso notable, según sople el viento, y otros días con apenas movimiento detectable. Esto siempre hablando de nuestro municipio y más bien desde el casco urbano, pues en realidad las aves siguen pasando, pero más alejadas de la costa cuando sopla el levante.
He tenido algún día este mes de contabilizar unos 250 milanos negros Milvus migrans en unas tres horas, y otros en los que a pesar de estar observando varias horas, apenas he detectado algunos, muy pocos.
Otro ave migratoria que ahora esta en plena ebullición migratoria es el abejaruco europeo Merops apiaster, bello y multicolor pájaro, que migra en grupos a veces de decenas de ellos, emitiendo su singular trino mientras vuelan, lo que los hace detectables, aunque vuelen alto.
Y también se detectan ya movimientos migratorios en aves limícolas, como el correlimos tridáctilo Calidris alba, por citar a probablemente el más común de este grupo de aves migratorias.
Los paseriformes también están ya dando sus primeros pasos hacia África, pero este grupo suele resultar un poco más tardío y será en septiembre cuando se produzcan las llegadas más esperadas, y generalmente en buen número, a nuestro medio natural.
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