domingo, 4 de agosto de 2024

Escondedizo y discreto.

 

El cetia ruiseñor Cettia cetti es un pájaro pequeño, poco llamativo y con tendencia a moverse entre densos matorrales, lo que hace extremadamente difícil su observación. Generalmente se sabe de su presencia por su repetitivo e insistente canto que emite prácticamente en cualquier época, reclamando la propiedad de su territorio.


Vive en matorrales densos, a menudo en zonas de ribera; generalmente espacios bastante maltratados por el hombre, con sus constantes “limpiezas” o desbroces, lo que puede llegar a afectarle, ya que como ave territorial que es, permanece fiel a su territorio todo el año. En sus dominios busca insectos y arácnidos, que constituyen la totalidad de su dieta.


Es de distribución circunmediterránea, ocupando las zonas de Europa y N de África bañadas por este mar, llegando hasta Asia occidental. No presenta movimientos migratorios destacables, si acaso abandona aquellas zonas más frías durante el otoño, para desplazarse a zonas más cálidas, pero siempre en distancias cortas.




En Marbella no parece presentar problemas de conservación, encontrándose bien representado, hecho éste que se repite en el conjunto de Iberia, donde se considera que su población permanece estable. De todas maneras no es un pájaro muy numeroso, ya que necesita de unos requerimientos de hábitat algo específicos, y actuaciones poco afortunadas sobre los cauces fluviales -como dije antes-, pueden tener repercusiones negativas en su población.



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