A pesar de ser un pájaro muy popular -al menos en tiempos pasados- por su cercanía al ser humano, la golondrina común Hirundo rustica, tiene serios problemas de conservación y cada vez es más difícil de ver en nuestra zona.
Su población ha disminuido bastante, como casi todos los insectívoros estrictos, y las causas pues parecen claras: el uso indiscriminado de plaguicidas, contaminación, la destrucción intencionada de sus nidos, con la escusa de que “ensucian”... en fin lo de siempre.
Y eso a pesar de lo beneficiosa que resulta. Consumen una gran cantidad de insectos -hasta decenas de Kg de ellos- de esos que consideramos perjudiciales y molestos, tales como los mosquitos.
Pasan el invierno en el África occidental, y regresan a principios de primavera a Europa para criar. Viven en gran parte del mundo, pues ocupan como reproductores Norteamérica, Eurasia e inverna en África, Sudámerica, e incluso llegan a Australia.
Es difícil de cuantificar cuanto ha descendido su población , pero los datos disponibles en España reflejan un declive moderado, aún con fluctuaciones. A nivel europeo la cosa parece más sería y se estima una perdida de más de la cuarta parte de la población desde la década de los 80 del siglo anterior.
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