domingo, 3 de julio de 2016

Gaviota patiamarilla urbana

Adulto de Gaviota patiamarilla
La Gaviota patiamarilla Larus michaellis es la más común de las gaviotas que viven en nuestra zona. Desde hace un par de décadas más o menos, ha cambiado un tanto su comportamiento, volviéndose más urbana y más oportunista en cuanto a su alimentación. Además ha comenzado a criar en nuestras ciudades de forma habitual, hecho que pude constatar en Marbella en el año 1996 por primera vez, pues con anterioridad no lo hacia.
En estas fechas sus crías comienzan a salir de los nidos, situados por lo general en lo más alto de los edificios. Y es en este momento cuando más “agresivas” pueden resultar para el ser humano, pues los jóvenes todavía bastante torpes, deambulan por las calles casi sin poder alzar el vuelo y el instinto les lleva a protegerlos. Es por ello que pueden abalanzarse sobre algún viandante que se acerque demasiado a ellos, pero en ningún caso –al menos que yo conozca-, llegan a “atacar” directamente al ser humano, simplemente dan unas pasadas para intentar alejarlos, De todas formas puede llegar a impresionar ver a una de estas gaviotas, de considerable tamaño enfadada y lo mejor es alejarse unos metros del lugar donde se muestren más nerviosas, pues es posible que algún joven se encuentre en las cercanías posiblemente escondido, debajo de algún vehículo por ejemplo.
Juvenil colicorto de Gaviota patiamarilla
Viven en toda la cuenca mediterránea y algunos archipiélagos atlánticos y hasta no hace mucho era considerada una subespecie de la Gaviota argéntea. Se muestran muy adaptables y se alimentan de casi cualquier cosa, llegando incluso a depredar directamente sobre palomas y otras pequeñas aves, así como a aprovechar cualquier desperdicio humano, por lo que es fácil verla hurgar en los contenedores de basura o acercarse a los colegios, para aprovechar restos de comida que los pequeños puedan dejar en los patios.

1 comentario:

  1. Frente a mi casa en Nueva Andalucía anidan todos los años en un edificio abandonado. Y si, resultan inquietantes esos vuelos rasantes sobre la cabeza de uno. Pero una vez me dio la impresión (quizás fuera casualidad) que me cagó encima como bombardeandome. Desde entonces es lo que me preocupa, esa guerra "biológica"

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