Acosadores y acosados.

Los campos en la actualidad se encuentran repletos de aves invernantes, que deambulan y se alimentan; y este hecho es aprovechado por algunos predadores para intentar cazarlos. Hace unos días fui testigo de este comportamiento, pues en apenas una hora pude observar dos ataques de aves de presa sobre la muchedumbre pajaril.

Ratonero común

  El primero en aparecer fue un Ratonero común Buteo buteo, una rapaz de mediano tamaño y que a pesar de su nombre, no sólo caza pequeños mamíferos, sino que aprovechando la abundancia de paseriformes se atreve a por lo menos intentarlo con algún pájaro despistado. Se presentó a baja altura intentando pillar a alguna desprevenida avecilla, pero fue visto por algunas de ellas, que rapidamente comenzaron a emitir sus gritos de alarma para prevenir de su presencia.

Este comportamiento muy frecuente entre los paseriformes, pone sobre aviso a todas las posibles presas de un ataque aéreo, e inmediatamente intentan ponerse a salvo.

Esta vez no hubo suerte y el predador se tuvo que marchar, incluso fue acosado por varios ejemplares de distintas especies hasta que abandonó el lugar.

Seguidamente lo intentó un especialista en la caza de pequeñas aves: El Gavilán común Accipiter nissus. Con una técnica mucho más depurada, esta pequeña rapaz, gran conocedora de las costumbres de sus presas, intentó la caza entrando “a saco” en un árbol, esperando que en el revuelo que se organizaria tras el impacto, algún pajarillo se pusiese a tiro, pero tampoco tuvo fortuna y siguio su vuelo en busca de otra oportunidad.

Estas dos aves rapaces son solo algunas de las que acechan en el medio natural a los ahora numerosos paseriformes que invernan en estas latitudes. Acosadores y acosados, la eterna lucha por la supervivencia.

Gavilán común

Zorzal común, una de las aves invernantes más
abundantes y presa favorita de algunas aves de presa.