Grupo de Milanos negros buscando térmicas sobre Sierra Blanca. |
Agosto es un mes propicio
para la observación de la migración postnupcial de Aves. Y con
nuestra privilegiada situación geográfica, este fenómeno natural
suele ser bastante ostensible en la costa y en las sierras
malagueñas.
Aunque casi no he podido
dedicarle tiempo estos días a la observación de este espectáculo
natural, pude ver algunos de estos viajeros en días pasados.
Apenas pude contar una
docena de Milanos negros Milvus migrans, cruzando sobre sierra
Blanca, donde las potentes corrientes ascendentes de aire que en ella
se forman, ayudan a las aves planeadoras a volar casi sin esfuerzo
camino del ya cercano Estrecho de Gibraltar.
Abejarucos en migración, descansando en Sierra blanca. |
Mucho más ostensible era
el continuo paso de Abejarucos Merops apiaster, con números
muy altos en sus grupos migratorios, pues en sólo uno de estos
bandos pude contar más de 40 ejemplares y como digo, el paso era
bastante continuado. A menudo estas aves hacen escala allí donde
encuentran una fuente de alimento, insectos de gran tamaño
generalmente, que capturan en vuelo. En sus viajes transcontinentales
no es raro escucharlos incluso en plena noche, pero es durante el día
cuando resultan más numerosos y permiten su observación en números
significativos.
Es tiempo de partidas y
este trasiego de Aves depara momentos memorables a los aficionados a
la observación de la Naturaleza, ya que pocos fenómenos naturales
como la migración, resultan tan vistosos y llaman tanto la atención.
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