domingo, 28 de julio de 2024

Ya están aquí

 Fieles a su cita anual, en su incansable ir y venir a África, ya se dejaron ver por Marbella los milanos negros Milvus migrans.

Es un hecho que se repite todos los años al finalizar julio. Se dejan ver estas aves rapaces, de dieta oportunista y bastante frecuentes en amplias zonas de Iberia como reproductora, aunque aquí en nuestra provincia no ocurra esto. Aunque llega a criar en algunos lugares de Málaga, no es ni mucho menos tan común como en el resto de la península. Aquí simplemente los observamos durante los pasos migratorios, y sobre todo en este postnupcial, entre finales de julio y finales de septiembre más o menos.



Estos días pasados he llegado a observar un par de grupos -no muy grandes, apenas una decena-, seguramente porque tampoco el viento era muy adecuado para verlos cercanos a la costa. Las observaciones las he hecho desde mi balcón, así que previsiblemente más hacia la sierra se hayan dejado ver más ejemplares, pues buscan esa zona por las fuertes corrientes térmicas ascendentes, que en estos calurosos días se producen en ella. De esta forma vuelan sin apenas esfuerzo, casi sin tener que batir alas.



Son los primeros migrantes transaharianos postnupciales que veo este año, pero esto no ha hecho más que comenzar. Vienen semanas y meses moviditos.

martes, 23 de julio de 2024

Jóvenes en abundancia.

 

Entrados ya en la segunda quincena del mes de julio comienzan a detectarse los primeros movimientos migratorios postnupciales. Son todavía pocas especies y pocos individuos, si bien algún grupo ya numeroso de milanos o cigüeñas blancas se dejan ver en estos días.

Pero lo que llama la atención ahora en las salidas al medio natural, es la cantidad de aves jóvenes presentes. Todas las especies reproductoras están ya acabando su ciclo anual de perpetuar la especie, y este hecho es bastante notorio.

Hace unos días varias familias de escribano montesino Emberiza cia, deambulaban buscando alimento por su típico hábitat: las zonas serranas con abundante matorral.

juvenil de escribano montesino

Algunos de estos jóvenes alados, ya se han independizado totalmente, otros aún necesitan de sus progenitores para adquirir las habilidades necesarias para sobrevivir. Buscar el sustento y evitar predadores, suelen ser las enseñanzas que los adultos tiene que inculcarles en breve tiempo.

juvenil de escribano montesino

Sería muy largo enumerar todos los avistamientos de juveniles, pero por dar alguno más, la de un ave casi plenamente urbana, el estornino negro Sturnus unicolor, ave que cría en construcciones humanas por lo general, aunque también lo puede hacer en campo abierto en algún hueco de un árbol por ejemplo.

juvenil de estornino negro

Como dije al principio en poco tiempo -apenas un par de semanas- ya la migración será mucho más intensa y a buen seguro deparará momentos, que aunque se repiten año tras año, llaman poderosamente mi atención.

viernes, 19 de julio de 2024

Ausente.

 

El cistícola buitrón Cisticola juncidis, es un típico habitante de praderas y llanuras con densa vegetación herbácea. Es uno de los pájaros más pequeños que pueblan los campos de España.

He estado realizando trabajo de campo estos meses primaverales y lo he echado de menos. No ha aparecido en ninguno de los lugares donde he realizado tracks, y eso a pesar de que alguna de las zonas por las que los he hecho, eran apropiadas para la especie.


No quiero decir con esto que su población haya descendido, aunque esa es mi impresión en los últimos años en Marbella, -eso requiere un estudio más en profundidad-, pero si que es cierto que en lugares apropiados, no ha aparecido.

Está ampliamente distribuido por zonas ecuatoriales y tropicales de África, Asia y Oceanía y también aparece en el entorno mediterráneo, tanto en Europa como en el N de África.


En España está bien distribuido, aunque falta en amplias zonas, pues huye de las zonas más altas y frías y tiene una marcada tendencia por climas suaves.

Se alimenta casi exclusivamente de insectos y arácnidos, que busca entre la densa hierba y no presenta movimientos migratorios destacables.

Es en la época de cría cuando resulta más detectable, ya que el macho suele marcar su territorio mediante un vuelo ondulante a cierta altura, en cuyo punto más alto emite un trino agudo, que resulta bastante detectable. en otras fechas resulta más difícil de localizar.

juvenil

El nido resulta muy llamativo, aunque extraordinariamente difícil de ver, pues está entretejido entre las hierbas y disimulado con maestría, con forma de botella alargada y una pequeña entrada lateral.

martes, 16 de julio de 2024

Monteses.

 

Es un ungulado de porte poderoso, robusto y de un tamaño medio, llegando a alcanzar una altura de mas de 80 cm.

La cabra montés Capra pyrenaica es un típico habitante de nuestra Sierra Blanca, que es el espacio natural más extenso del que disponemos.

macho adulto

Los que encontramos aquí pertenecen a la subespecie hispánica, que se distribuye por el sur y este ibéricos. La especie en sí, es un endemismo ibérico, ya que del sur de Francia desapareció hace ya unas décadas.

Se suele asociar a zonas rocosas, por las que es capaz de caminar y si fuera preciso de correr, en zonas inverosímiles, prácticamente verticales, gracias a sus pezuñas perfectamente adaptadas a estos medios. No obstante también se mueve por otros entornos menos “ásperos”. Presenta una gran adaptabilidad al alimento disponible y puede consumir pastos, o ramonear sobre los arbustos según la disponibilidad en cada momento.

macho joven

Suelen ser gregarios y generalmente -salvo en época de celo- los grupos suelen ser del mismo sexo. No resulta muy difícil distinguir machos de hembras. Los machos monteses -sobre todos los más veteranos- presentan una cornamenta espectacular con unos cuernos gruesos y nudosos.

En Sierra Blanca parece haber una buena población. A pesar de la sarna sarcóptica, enfermedad que causa bastantes bajas en esta especie, se dejan ver buenos grupos a menudo. Y sin poder afirmarlo por no tener los datos precisos, creo que su población se mantiene más o menos estable en las últimas décadas.

hembra


joven

Llevo algunas semanas observando algunos grupos en zonas más bien bajas de la sierra, lo que asocio básicamente a la escasez de agua. La sequía está dejando a estos ungulados y otros seres vivos poco margen, y tienen que acudir a beber a zonas más bajas, donde de momento la encuentran.


sábado, 13 de julio de 2024

Elegante golondrina.

 

La golondrina daurica Cecropis daurica es una reproductora habitual en Marbella desde hace décadas. En mi opinión la población local se mantiene estable, desde hace un par de décadas, y no se registran descensos significativos de su población. Situación muy parecida la que tiene a nivel nacional: estable o en ligero aumento y subiendo en latitud lentamente.


Originaria de Asia y el N de África, se detectó por primera vez en España allá por 1921 en la provincia de Cádiz. Desde entonces se ha ido expandiendo y actualmente ocupa gran parte de la península, aunque falta en amplias zonas del tercio norte. Puede decirse que es típica habitante de entornos mediterráneos, más bien cálidos.


Como el resto de los hirundínidos caza pequeños insectos voladores en vuelo,generalmente bajo, desde moscas y mosquitos hasta otros pequeños insectos (coleópteros, hormigas, etc). A menudo caza junto a sus parientes golondrinas y aviones.



Construye un nido de barro, pero con la particularidad de que este tiene un pequeño túnel que llega hasta la cámara de cría. Puede decirse que es el nido más “elaborado” de los hirundínidos.

La población ibérica se comporta como migradora transahariana e inverna en zonas del Sahel, desde donde empiezan a llegar a nuestro territorio ya en febrero, aunque es marzo el mes de mayor llegada de estas bellas y beneficiosas aves.


martes, 9 de julio de 2024

El popular jilguero.

 

Conocido popularmente como jilguero e incluso como “colorín” por su vistoso plumaje, el jilguero europeo Carduelis carduelis es uno de nuestros pájaros más populares. Esta popularidad posiblemente sea debida a que ha sido considerado durante siglos como “ave de jaula” y mantenido en cautividad para el deleite de su dueño, tanto por su belleza como por su armonioso canto.


Este fringílido ampliamente extendido por Eurasia y el N de África e importado a zonas de América e incluso Oceanía, es poco exigente en cuanto al hábitat y se adapta casi a cualquier medio: desde zonas dunares a bosques densos, siempre que pueda encontrar alimento, generalmente semillas de cardos y otras compuestas, que no resultan escasas actualmente.



Aunque no parece presentar problemas de conservación importantes, si hay que decir que resultan menos frecuentes que antaño. Sobre todo le afecta el uso de herbicidas y plaguicidas, y esto sin duda ha hecho que su población a nivel global, haya disminuido.

En Marbella es relativamente frecuente -menos que hace unas décadas-, sobre todo como reproductor, pues como invernante si que he detectado una notable disminución de efectivos.

juvenil

Hay que decir que es un pájaro con un comportamiento migrador complejo. Con poblaciones sedentarias, otras parcialmente migradoras y con algunas que cruzan al N de África en otoño, en nutridos bandos.

Tampoco resulta raro ver bandos mixtos con otros fringílidos, sobre todo en otoño-invierno, pero como he dicho antes, la invernada se ha vuelto bastante floja para lo que recuerdo de hace 20 o 30 años.


sábado, 6 de julio de 2024

Jóvenes de papamoscas gris.

 

Es evidente que en las fechas que estamos, la mayoría de las especies reproductoras ya tienen descendencia, y mayoritariamente los jóvenes andan ya fuera del nido.

Una de estas especies que ya están en esta situación -criando a su prole, ya volandera- es el papamoscas gris Muscicapa striata, un pájaro discreto en coloración e incluso en su canto, pero que suele resultar bastante visible, pues suele cazar al acecho desde un posadero elevado y generalmente despejado.

Izq adulto. Dcha juvenil.

Es básicamente insectívoro, cazando desde un oteadero todo insecto volador que pase cerca. Libélulas, mariposas, moscas, y un largo etcétera de insectos que ahora vuelan, constituyen su dieta.

Es estival, pasando el invierno en el África tropical, si bien últimamente, algunos, algunas decenas, se detectan en pleno invierno en Iberia. De hecho yo mismo detecté uno hace un par de años.

Juvenil

En la península falta de amplias zonas, sobre todo del noroeste, e incluso en nuestra provincia, tampoco aparece en muchas zonas, aquellas menos arboladas.

Aunque aparentemente su población no está en disminución notable, el uso de insecticidas y en general, el bajo número de insectos que hay en la actualidad, tiene que tener repercusión en su número.

En Marbella aparentemente está en ligera disminución. Es un pájaro de hábitos forestales, pero con gran adaptabilidad y puede vivir tanto en bosques densos, como en zonas aclaradas, e incluso en plena ciudad, utilizando el arbolado urbano. 

Adulto

Viven en nuestro territorio entre abril y octubre, más o menos. Toda cita fuera de estas fechas ya es relevante y puede estar indicando cambios en su fenología migratoria.

jueves, 4 de julio de 2024

El urbano avión común.

 

El avión común occidental Delichon urbicum, es probablemente el hirundínido más frecuente en Marbella como reproductor.

Se dejan ver ya desde finales de enero, cuando regresan desde el oeste de África donde han pasado los meses más frios. Llegan de manera escalonada a Iberia, siendo el norte lógicamente donde llegan más tarde.


Al menos en nuestra zona llevan a cabo más de una puesta. Eso si consiguen salvaguardar el nido, hecho de barro en alguna construcción humana, pues últimamente se ha puesto de “moda” destruirlos con el argumento de que ensucian. No se tiene en cuenta lo beneficiosos que resultan al eliminar una gran cantidad de moscas y mosquitos, que constituyen casi en su totalidad su dieta. Por supuesto que hay muchos menos que hace unas décadas, cuando yo he conocido colonias de decenas de nidos, alguna situada en zonas muy céntricas de la ciudad. Hoy encontrar agrupaciones de 4 o 5, ya es un logro.


A pesar de ello no presenta problemas graves de conservación a priori, si bien el uso de plaguicidas, la contaminación atmosférica, la falta de barro y la ya citada destrucción de sus nidos, no dejan de ser un serio problema de conservación para esta especie viajera, que a comienzos del otoño se desplazará a sus zonas de invernada.