Ya desde hace un par de días, vengo detectando la llegada de los vencejos a nuestra localidad. Es de suponer que debe ser el vencejo pálido Apus pallidus, que suele ser más tempranero en la llegada a Iberia que su pariente el vencejo común. Además de resultar difíciles de distinguir, todavía no se han asentado en las colonias, y se dedican a volar a cierta altura, posiblemente algunos todavía en clara actitud migratoria.
En los próximos días seguirán llegando más, y en unas semanas llenaran con sus chillidos característicos el medio urbano.
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