A veces las aves me siguen sorprendiendo, y eso que ya me estoy acostumbrando a ver cambios fenológicos, llegadas de especies desde lejanas tierras, especies exóticas en aumento y un largo etcétera de cuestiones relacionadas con el comportamiento de los seres alados.
Ayer cantaba a pleno pulmón, como corresponde a las fechas en las que estamos ya inmersos, pero lo que no me cuadró nada fue el lugar. Y es que el pequeño chochín Troglodytes troglodytes, es un ave característica de zonas de matorral, generalmente frescas, que puede aparecer en zonas ajardinadas y parques de cierta extensión y con abundante cobertura de matorral; pero es que ayer se encontraba en plena ciudad -muy cerca del paseo marítimo-, y allí hay poco arbolado y apenas unos setos de escaso porte y entidad. Y sin embargo allí estaba. Reclamando con energía el territorio y habrá que ver si al final llega a criar en la zona.
Una sorpresa más que me dan mis emplumados amigos.
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