Para finalizar el año que ya se fue, también tuvimos la visita en uno de nuestros humedales costeros, de esta singular ave de pico curvado hacia arriba: la avoceta común Recurvirostra avosetta.
No es muy frecuente de que se vea en fechas invernales por estos lares, aunque tampoco es excesivamente extraño. El mayor contingente de invernantes se detecta en las marismas del Guadalquivir y en el Mediterráneo en el Delta del Ebro y Mar Menor.
Nunca es un ave muy abundante, aunque por su coloración blanca y negra y su pico inconfundible, resulta bastante fácil de ver si está presente.
Su forma de alimentarse es buscar pequeños invertebrados acuáticos moviendo su curvado pico por el fango, como si fuese una guadaña, y capturando aquello que consigue levantar.
Sin duda es un ave elegante que aunque no era de esperar en estas fechas, nos hizo una visita fugaz en algunos de sus movimientos en busca de zonas de alimentación.
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