Este hirundínido, el avión roquero Ptyionoprogne rupestris, es el único de su familia (golondrinas y aviones) que puede verse todo el año en Marbella. Cuando sus parientes cercanos se marchan a África, este gran volador suele bajar de las montañas donde cría, a zonas más templadas, como es nuestro caso.
De todas formas si que algunas -pocas- parejas crían en Marbella, pero su presencia es notoria en nuestra localidad a partir de octubre, cuando llegan a ser comunes en el casco urbano y también en montes y humedales, donde cazan pequeños insectos en el aire.
Son muy sensibles a temporales que se dilaten en el tiempo, pues les impide alimentarse y si pueden, deben intentar moverse a otras zonas donde impere una mejor climatología.
Un ave poco llamativa en colorido, pero que seguro que hemos visto alguna vez durante los meses invernales volando sobre la ciudad.
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