Un pico en forma de tijera y muy robusto, es el principal signo identificativo del piquituerto común Loxia curvirostra, un auténtico especialista en consumir piñones y otros duros frutos, que su singular pico es capaz de abrir.
Es uno de los pájaros forestales cuya población más está creciendo últimamente en España. En nuestro país llega a ser localmente abundante, pero falta en amplias zonas, sobre todo del oeste, siendo más frecuentes en zonas montañosas pobladas por pinos, abetos, etc,.
En cuanto a su distribución mundial se reparte en varias subespecies por latitudes templadas y frías del hemisferio norte.
Su comportamiento migrador también es complejo, con poblaciones prácticamente sedentarias, pero algunos años -y parece que este es uno de ellos-, se observan irrupciones de aves de procedencia muy norteña, que empujados por la falta de alimento se dirigen hacia el sur.
A la hora de reproducirse también tiene un comportamiento “oportunista”. Aprovecha la abundancia de alimento para llevar a cabo la cría, sin preocuparse mucho del mes en que nos encontremos. De hecho he visto en pleno diciembre algunos jóvenes alimentados por los padres.
Tienen una variedad en el plumaje bastante llamativa. Las hembras suelen ser de un tono verdoso pardusco, pero los machos pueden presentar distintos tonos de rojo, desde un rojo intenso, hasta un anaranjado tenue o incluso carecer de estos tonos, con lo que determinar el sexo no resulta tarea fácil a simple vista, en la mayoría de las ocasiones.
En Marbella se ha vuelto bastante frecuente, y no es raro ya incluso encontrarlo en algunos parques y jardines.
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