Alca.

 

A mediados del mes de enero la invernada se encuentra en su máxima expresión. Evidentemente ya han llegado todos los que están, ya no falta nadie.

Desde hace unos días se viene observando en nuestro puerto, al menos un ejemplar de alca común Alca torda, un ave de hábitos pelágicos, que es lo más parecido que en el hemisferio norte tenemos a un pingüino.

Esta ave marina no es demasiado rara de ver en instalaciones portuarias, o incluso cerca de la costa en ocasiones, aunque hay que decir que como ave marina, realiza todo su ciclo biológico en el mar. Solo toca tierra para criar y no lo hace en nuestro país, sino en latitudes bastante norteñas de Europa, sobre todo en Escandinavia y zonas cercanas. También existen poblaciones reproductoras en Groenlandia y Canadá. Pero si es frecuente en invernada; aunque no es un ave muy abundante, si que se reparte de manera regular por las costas atlánticas, y en menor medida mediterráneas de Iberia.

Los ejemplares que invernan en nuestras costas son jóvenes o inmaduros, que parecen proceder en su mayoría de las colonias británicas.

Su adaptación al ecosistema marino es máxima. Es una gran buceadora, capaz de permanecer bastante tiempo bajo el agua en busca de peces. Prácticamente vuela bajo el agua, y en estos cortos “vuelos” captura a sus presas.