Ayer en un humedal de
Marbella pude observar a un ejemplar macho de Cerceta común Anas
crecca, el pato más pequeño de los que habitan en Iberia. En
este caso parece un macho joven, que todavía no luce el plumaje al
completo.
Esta anátida ampliamente
distribuida por zonas templadas y boreales de Eurasia, siendo mucho
más escasa en el sur, tiene un comportamiento migratorio bastante
complejo, con poblaciones aparentemente sedentarias y otras
migradoras, que en ocasiones, cuando las olas de frio son intensas en
centroeuropa, originan llegadas masivas a Iberia; mientras otros años
resultan más escasas. En España solo cría en unos cuantos enclaves
muy localizados de la mitad norte y en muy bajo número, pues su
poblacion se estima en unas cuantas decenas de parejas a lo sumo. Sin
embargo es común durante la invernada, aunque con fluctuaciones
interanuales.
Son las marismas del
Guadalquivir, el delta del Ebro y la laguna de Gallocanta, los
humedales preferidos por las Cercetas durante la invernada.
Básicamente vegetariana, consume plantas acuáticas, rizomas y otra
materia vegetal que encuentra en los humedales.
En Marbella su presencia
se puede dar como rara, al menos desde mi punto de vista, pues hace
por lo menos una década que no veía a ninguna. Seguramente el
motivo es la falta de hábitat adecuado, ya que esta anátida
necesita de aguas someras con abundante vegetación palustre y
subácuatica. Veremos si pasa parte del invierno en nuestra localidad
o si simplemente -y es lo más probable-, ha hecho una parada en su
deambular en busca de zonas propicias para invernar.
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