Currucas.

Curruca tomillera Sylvia conspicillata. Puede considerarse
como estrictamente migradora en Marbella.

A mediados de septiembre la migración postnupcial se encuentra en máximos. Halcones abejeros y Cigüeñas negras son las “estrellas” entre las aves planeadoras, y no es raro todavía observar algunos Milanos negros o Cigüeñas blancas. Más escasos en número pero igualmente interesantes son las observaciones que en estas fechas se pueden hacer de otras aves rapaces y necrófagas, como el Alimoche o algunas especies de Aguiluchos.

Pero hoy voy a relatar mis experiencias de días pasados con las currucas. Varias especies juntas de éstas generalmente pequeñas y escondedizas avecillas, se dejaron ver en buen número en un espacio natural de nuestro término.

Y entre ellas la Curruca tomillera Sylvia conspicillata, un pequeño silvido que habita los matorrales más ralos del mediterráneo y que por estos lares solo se deja ver durante estos pasos migratorios. Aunque vive en toda Iberia, su distribución es discontinua, y en nuestra provincia puede llegar a ser localmente común pero falta en amplias zonas de la misma, y entre ellas está Marbella aparentemente. Digo esto por precaución, ya que pudiera ser que alguna pequeña población me haya podido pasar desapercibida, cosa nada extraña, dada la complejidad orográfica de una buena parte del término de Marbella (Sierra Blanca p ej), que dificulta una prospección más exhaustiva.

Se alimenta de pequeños insectos y arácnidos y algún que otro frutillo y es una migradora parcial, que ahora abandona la mayor parte de su área de distribución para invernar en el norte de África, aunque se cree que algunos ejemplares llegan hasta por debajo del Sáhara. No obstante, algunas permanecen en Iberia todo el año, constituyendo una población invernarte no muy numerosa.

Curruca zarcera Sylvia communis, muy común en la
actualidad en marbella, camino del estrecho.

Junto a esta solitaria tomillera, pululaban numerosas Currucas zarceras Sylvia communis, una de las currucas más abundantes de centroeuropa, y alguna que otra Curruca mosquitera Sylvia borin, que junto a las residentes Currucas cabecinegras y capirotadas, no cesaban de ir y venir en busca de alimento.