Hace unos días encontré
a este ejemplar juvenil de Garza imperial Ardea purpurea en la
desembocadura de Rio Verde. A pesar de que este enclave natural se
encuentra rodeado de urbanizaciones y con una intensa presencia
humana, son varias las observaciones de aves amenazadas que tengo en
él.
La Garza imperial es otra
más a añadir a las especies que en su migración postnupcial hacia
el África subsahariana, hace una parada y repone fuerzas en este
río. De hecho durante el tiempo que la estuve observando a corta
distancia, capturo un par de pequeños peces que engulló con avidez.
Esta garza de mediano
tamaño -algo menor que la real-, se distribuye como reproductora por
latitudes sureñas de Europa y Asia, así como el norte y el sureste
de África. Su distribución es discontinua y se reconocen varias
subespecies. De hábitos discretos, cría en pequeñas colonias por
lo general monoespecíficas, en humedales con abundante cobertura
vegetal.
En Marbella es un
migrante estricto, solo visible durante ambos pasos migratorios, y
dado su carácter generalmente esquivo, difíciles de observar. Tiene
categoría de amenaza en el “Libro Rojo de las Aves de España”,
ya que sus dispersas poblaciones en nuestro país nunca llegan a ser
abundantes, estimándose una población media de unas 2000 parejas, algunas de ellas en nuestra provincia, donde en determinados lugares algunas parejas aisladas, consiguen reproducirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario