El pasado fin de semana
pude detectar en un humedal de Marbella la presencia de ejemplares de
2 especies, que no esperaba encontrar en estas fechas ya veraniegas,
y que por lo tanto se podrían considerar como “sorpresas”
ornitológicas.
La primera de ellas fue
un ejemplar de Martinete común Nycticorax nycticorax, una
garza de mediano tamaño y hábitos preferiblemente nocturnos, que
presentaba un comportamiento un tanto confuso. Salió de entre un
cañaveral y recogió una rama que se llevo de nuevo al interior.
Esto podría indicar que tenía el nido allí, cosa bastante extraña
ya que este Ardeido solo cría de manera habitual en la provincia, en
la laguna de los Prados en Málaga, aunque se sospecha de la
reproducción de alguna pareja aislada en el rio Guadalhorce. Por lo
tanto sería una cita bastante relevante, si se confirma la cría, ya
que en las últimas décadas no se habría reproducido asiduamente en
nuestro término.
Pero no acabaron ahí
las sorpresas. Inmediatamente después de el avistamiento del
Martinete, pude observar claramente a un ejemplar de Calamón común
Porphyrio porphyrio, otra ave cuyas observaciones en Marbella
suelen ser escasas y siempre en época de invernada. La presencia de
este Rallido en este humedal no presupone que se reproduzca en él,
pero siembra la duda en el naturalista, al encontrarse en un lugar y
fecha que puede llevar a la confusión. En otras ocasiones que he
detectado a la especie en humedales cercanos, nunca he podido
confirmar la cría, pero con las aves nunca se sabe y pudiera darse
el caso, raro pero no imposible, de que llegue a criar.
Dos observaciones que
obligan a estar atento sobre el comportamiento de estos insignes y ocasionales
visitantes estivales, que generalmente sólo nos visitan durante la
invernada y siempre en escaso número.
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