Este elegante pajarillo que parece llevar un traje de etiqueta es el Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca. Llegan desde el África tropical, donde han pasado el invierno y algunos machos -no todos- vienen con su plumaje nupcial impoluto. El resto del año ambos sexos son prácticamente indistinguibles, predominando en su librea los tonos pardos y grisáceos con el vientrre de un blanco sucio, pero ahora estos machos presentan el dorso y la cabeza de un negro intenso, así como el blanco de su zona ventral.
Hoy en Nagüeles he podido contar 5 ejemplares alimentándose de pequeños mosquitos que cazaban emprendiendo un vuelo acrobático desde un posadero, para después de capturar su presa, volver a posarse en el mismo o en otro cercano.
En España solo cría en la región eurosiberiana de manera irregular y de forma más esporádica en algunas montañas de la región mediterránea, sin embargo es muy frecuente en el centro y el oriente europeo llegando hasta Asia central. Ocupan bosques maduros, criando en los huecos de los arboles viejos. Son pues eminentemente forestales durante la época reproductora, pero en los pasos migratorios pueden verse en casi cualquier parte, incluso en parque y jardines.
En Marbella es fácil observar esta especie en ambos pasos migratorios, llegando a ser muy abundantes durante el postnupcial, desde finales de agosto hasta finales de octubre, con máximos en septiembre, pero ejemplares como el de la foto sólo pueden verse en el paso prenupcial, que suele tener lugar entre abril y la primera mitad de mayo.
Nuestra especial situación geográfica a caballo entre dos continentes, nos permite la observacion de este paseriforme durante 3 o más meses al año, a pesar de que ni se reproduce ni inverna en nuestras latitudes.
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