Para empezar descubrí a esta Collalba gris Oenanthe oenanthe en un tejado. Este pequeño turdido es muy escaso por el sur ibérico, donde sólo cría en zonas de alta montaña, siendo durante la migración únicamente cuando puede ser observado en zonas costeras.
Además era muy notorio el paso de Abejaruco europeo Merops apiaster, formando grupos migratorios numerosos. El Ruiseñor común Luscinia megarynchos ya dejaba algunos retazos de su potente canto en las zonas de matorral. Están comenzando a llegar y su presencia todavía no es muy numerosa, pero de aqui a una o dos semanas llenaran con su melodia los dias primaverales.
Observé también a varios Mosquiteros musicales Phylloscopus trochilus y a una Curruca carrasqueña Sylvia cantillans, otro pequeño migrante dificil de localizar en los túpidos matorrales.
Las siguientes semanas seran sin duda pródigas en observaciones de estos pequeños viajeros, que llegaran a millares en su viaje prenupcial.
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