domingo, 6 de agosto de 2023

Se abren paso.

 

Ya lo he comentado en ocasiones anteriores. El estado de nuestro cauces fluviales deja mucho que desear desde el punto de vista natural. Lo que debería ser un vergel de vida es a menudo prácticamente un desierto, tomado en su mayor parte por plantas invasoras. Eso es lo que tenemos a día de hoy.

Y a pesar de ello algunas especies, aquellas menos exigentes en cuanto a la calidad del hábitat, las que se pueden alimentar casi de cualquier cosa y criar casi en cualquier sitio, siguen adelante.

En una visita a uno de los ríos de nuestra localidad pude observar a juveniles de dos especies bastante adaptables y que aparentemente están prosperando.

Varios juveniles de ánade azulón Anas platyrinchos, el pato más común de los que tenemos en Marbella, capaz incluso de criar en algún que otro parque urbano, se movían en el poco agua que ya tiene el río. Estos evidentemente han nacido en este enclave, bastante degradado y como he dicho, con poca agua ya.


El otro joven detectado es una gaviota patiamarilla Larus michaellis. Otra ave enormemente adaptable y que cría en plena ciudad. Los jóvenes ya en su mayoría emancipados, deambulan ya por una gran variedad de ambientes, desde zonas costeras a la misma ciudad, buscando algo de comer en estos calurosos días de verano y acuden a estos pocos puntos de agua a beber y refrescarse. Y de paso si encuentra algo para comer, miel sobre hojuelas.


La vida se abre paso a pesar de todo y una nueva generación peleará día a día por sobrevivir.

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