Con las lluvias otoñales
se produce la salida de los hormigueros de las hormigas aladas, que
antaño eran conocidas como “alúas”. Este hecho natural, en el
cual machos y hembras de hormigas de diferentes especies echan a
volar, para aparearse y fundar nuevas colonias, ofrece a las aves un
alimento proteico, que muchas especies aprovechan; incluso algunas
tenidas como granívoras no le hacen ascos a estos insectos alados.
En la fotografía una
hembra de Pinzón vulgar se dispone a engullir a una de ellas y eso a
pesar de que su pico grueso y fuerte delata claramente que este
fringílido suele alimentarse de otros manjares, pero como he dicho
antes, este recurso alimenticio rico en proteínas, no es como para
dejarlo pasar.
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