Estos días tenemos en un
humedal de nuestra comarca la visita de dos especies, que sin estar
seriamente amenazadas, son raras de ver en nuestro territorio. Aclaro
que no están seriamente amenazadas porque no están catalogadas de
esta manera en España, pero la UICN si que las contempla como
especies amenazadas. Por lo menos está claro que no son aves muy
abundantes y su visita es un auténtico lujo.
Hembra de Aguilucho lagunero. |
La primera de ellas es
una rapaz ligada a los medios acuáticos, el Aguilucho lagunero
Circus aeruginosus, en este caso una hembra adulta, pues esta
especie tiene un claro dimorfismo sexual en cuanto a su coloración.
Viven en una amplia zona de Eurasia África incluso Australia,
dividida en varias subespecies y se alimenta de todo aquello que
encuentre en los humedales que habita, ya sean pequeñas aves,
mamíferos e incluso ranas e insectos. La población ibérica se
considera sedentaria y en invernada se recibe un contingente
importante de aves del centro y norte de Europa, parte de las cuales
llegan a cruzar el estrecho para invernar en África.
Moritos. |
El otro
“inesperado”visitante es el único Ibis autóctono de Europa.
Aunque debe decirse que esta recolonizando la península, pues estuvo
bastante tiempo desasparecido de Iberia. El ave en cuestión es el
Morito Plegadis falcinellus, una zancuda de bellas irisaciones
en el plumaje, que lo dotan de un peculiar aspecto. En las últimas
décadas ha vuelto y lo ha hecho con fuerza, detectándose cada vez
más frecuentemente en humedales, sobre todo del sur. Cría en las
marismas del Gudalquivir y desde ahí nomadea en busca de lugares
adecuados para su modo de vida, que consiste en alimentarse de
invertebrados acuáticos y algún que otro pececillo o rana.
Dos bellos ejemplos de
fauna asociada a medios acuáticos difíciles de observar en nuestros
humedales y que este otoño de momento, se han instalado y veremos
cuanto tiempo permanecen aquí.
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