Las persistentes lluvias
que están cayendo estos días disminuyen aparentemente la actividad
de las aves. Afecta sobre todo a la migración, ya que como es obvio
les resulta muy complicado desplazarse con lluvia y prefieren esperar
a que mejore el tiempo. Sin embargo y a pesar de encontrarnos a
primeros de noviembre hay especies que ahora comienzan el celo.
Entre ellas se encuentra
el Piquituerto común Loxia curvirostra, especializado pájaro
que consume principalmente los frutos de las coníferas, en especial
los piñones. Días atrás pude comprobar como ya empiezan a tener
comportamientos territoriales y emiten su canto desde un posadero
elevado. En años anteriores he visto nidos ya ocupados a primeros de
diciembre y no descarto que incluso antes pueda haber algunas parejas
reproduciéndose. Estas fechas tan aparentemente inusuales para
reproducirse -la inmensa mayoría de las aves la llevan a cabo
durante la primavera y el verano- se debe a que estas aves aprovechan
la época de fructificación de los piñones para perpetuarse, justo
cuando el alimento es más abundante.
Otra habitante de los
bosques ibéricos comienza también en estas fechas su celo. El
Cárabo común Strix aluco, rapaz nocturna de mediano tamaño,
se encuentra en estas fechas comenzando sus tareas reproductivas, y
en noches serenas es posible escuchar su ulular en alguna zona
arbolada. En Marbella es relativamente común y aunque su detección
por observación directa no es fácil, estas fechas son las más
apropiadas para detectarlas por su canto.
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