Esta mañana en la desembocadura del rio Guadalmina puede localizar a un ejemplar de Vuelvepiedras que se habia tragado un trozo de sedal. El hilo le tenia prisionero y apenas podía volar, ya que el otro extremo donde estaba el anzuelo , se había enrollado en unas plantas.
Esta vez hubo suerte y conseguí liberarlo rapidamente, cogiéndolo y extrayendo el sedal, pero en muchas ocasiones estos desechos y otros de origen humano, acaban con la vida de gran cantidad de aves. No es raro observar a Gaviotas y otras aves de costa o de humedales con mutilaciones en patas, o simplemente muertas por asfixia, por hilos, bolsas de plástico o cualquier otro utensilio abandonado en el medio natural. Particularmente peligrosos son los hilos de pescar que se encuentran en gran cantidad en humedales y playas y que suponen un grave riesgo para la fauna silvestre e incluso para las personas, ya que muchos de ellos portan el anzuelo que nos podemos clavar al menor descuido.
Aparte de este "salvamento" el día ha sido pródigo en observaciones de aves migrantes. Era muy notorio el paso de Lavanderas boyeras Motacilla flava y aunque en menor número también he podido ver Mosquitero musical y alguna Curruca zarcera. Además he oído, que no visto, a un ave que suele anunciar que el otoño ya está plenamente instaurado: El Bisbita pratense. Y es que octubre es el mes en el que nos llegan la mayoría de las aves invernantes, y según vayan pasando los días las observaciones de aves invernales seran cada vez más frecuentes.
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