Sigue el incesante trasiego de las aves en su migración prenupcial. Ayer en la desembocadura del rio Guadalmina un grupo de 6 Collalbas grises Oenanthe oenanthe, descansaban después de una jornada de vuelo. Estas y otras muchas especies, suelen viajar durante la noche y durante el día descansan e incluso se alimentan. Especies como esta, que crian en latitudes más norteñas, solo pueden ser avistadas en la Costa del Sol durante sus viajes migratorios; sus zonas de cría más cercanas se encuentran en la Sierra de Las Nieves y otros enclaves de alta montaña del sur ibérico, mientras que en el norte suelen ocupar una gran diversidad de hábitats de escasa vegetación y rocosos.
Es la Collalba de más amplia distribución, siendo frecuente en toda Europa y en algunas zonas de Norteámerica e invernando en gran parte del África subsahariana. Son por lo tanto unas magníficas voladoras que anualmente recorren la travesia entre Europa y África 2 veces, y que recalan en algunas desembocaduras y otros enclaves favorables, para reponer fuerzas durante una jornada y puede que incluso algo más.
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