viernes, 2 de julio de 2010

Aguila calzada urbana


Ayer mientras realizaba unas compras en un supermercado de Marbella, me sobrevoló a baja altura, no a más de 20 m, un ejemplar de Aguililla calzada Hieraaetus pennatus. Prospectaba el terreno en busca de alguna presa fácil.

Este comportamiento "urbano" de estas aves rapaces es cada vez más frecuente. La razón más simple que se me ocurre para este hecho, es la escasez de presas en el medio natural y la abundancia de ellas en el medio urbano.

La drástica disminución del conejo Oryctolagus cuniculus en nuestros campos es evidente. Primero fue la Mixomatosis, enfermedad propagada por un acto humano, que en los años cincuenta del siglo pasado significó una enorme catástrofe natural, ya que el Conejo era la presa clave en el ecosistema mediterráneo, del cual se nutrian una enorme cantidad de predadores, tanto alados como mamíferos. Más recientemente se ha sumado otra nueva enfermedad que ha vuelto a diezmar la ya exiguas poblaciones de este lagomorfo: la enfermedad hemorrágico vírica.
Sin embargo en las ciudades son cada vez más abundantes las Palomas, Tórtolas turcas y Mirlos, que han pasado a sustituir al Conejo en la dieta de algunas rapaces.
Esta adaptabilidad que muestra el Aguililla calzada le ha hecho aumentar sus efectivos en los últimos años, a costa eso si, de cambiar sus hábitos de caza y de volverse un tanto "urbana" en sus costumbres cazadoras.

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